Manzi: “Es criminal dejar pasar la oportunidad de comprar vacunas”
El diputado nacional por Catamarca, Rubén Manzi, cuestionó con dureza las políticas sanitarias y la gestión de los gobiernos de la nación y la provincia para que la población pueda acceder a las vacunas contra el COVID-19. “Es criminal dejar pasar la oportunidad de comprar vacunas”, dijo en relación a cómo se manejaron las negociaciones con el sistema COVAX, con el laboratorio Pfizer y particularmente en Catamarca, donde se rechazó la compra hace casi dos meses, porque “eran caras”.
En diálogo con Radio Valle Viejo, el legislador fue consultado puntualmente sobre los detalles de un dato que le aportó personalmente al gobernador Raúl Jalil sobre la oportunidad de comprar un lote de vacunas que hubiera permitido que, a esta altura, tener al doble de la población inmunizada. “Tengo contacto con un epidemiólogo que tiene experiencia en pandemias, que estuvo en la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en algún momento colaboró con el gobierno de Felipe González en España y me dijo que había una posibilidad concreta de conseguir vacunas fuera de las que consiga el Estado Nacional”, relató Manzi.
Esa charla se produjo durante la primera mitad de abril, semanas después de que el Jefe de Gabinete del gobierno nacional, Santiago Cafiero había afirmado que las provincias tenían potestad para adquirir vacunas por su cuenta. “Apenas me dio ese dato –continuó Manzi- colgué y hablé con el gobernador (Raúl Jalil), ya que lo vi como una oportunidad, porque somos una provincia chica, en ese momento estábamos llegando a 50 mil dosis aplicadas, y podíamos aspirar rápidamente a inmunizar al número de población como para poder frenar parcialmente la circulación viral”. “Le pasé el contacto al gobernador directamente, y después en las negociaciones posteriores no tuve ninguna participación”, señaló.
El resultado de esa gestión es conocido. El gobierno agradeció la gestión de Manzi, pero decidió no avanzar con la adquisición de vacunas porque consideraron que el precio como “caro”, según explicó luego la Ministra de Hacienda Alejandra Nazareno. “Las explicaciones las que tienen que dar ellos, ¿Qué es caro? Caro es ahora tener que parar ahora toda la actividad económica, que los bares se sigan fundiendo, que los gimnasios se sigan fundiendo, que los comercios se sigan endeudando, que la gente se siga enfermando, que colapse el sistema público de salud, que el sistema privado esté con problemas para auxiliar en toda la situación. ¿Qué es lo caro? ¿Del otro lado de la balanza qué ponemos? ¿En qué gastamos los catamarqueños? ¿En qué gasta el gobierno? En mejorar los accesos a Valle Viejo, en comprar un avión nuevo, puede ser que esté bien. La pregunta es si es el momento, o si es el momento de poner el dinero en vacunas, en testeos masivos para tener información epidemiológica cierta y certera para desarrollar una estrategia epidemiológica eficiente”, analizó el legislador.
“Si hubiese habido política de antelación, la solicitud para que la legislatura apruebe la posibilidad de comprar vacunas, se debería haber hecho en marzo. A partir de que el ministro coordinador dice que las provincias están autorizadas a comprar, lo primero que se debería haber hecho el gobierno es tener la herramienta legal para poder hacerlo”, afirmó y agregó: “ninguna oposición se hubiese opuesto a que, si podía, compre las vacunas”.
“Es criminal dejar pasar la oportunidad de comprar vacunas”, sentenció. Y cuestionó también la gestión de las vacunas a nivel nacional al recordar que “el cronograma de la expectativa que el gobierno había marcado fracasó y fracasó la carrera contra la segunda ola. Esto traducido, significa mucha más gente enferma, mucha más gente internada y mucha más gente muerta de lo que hubiera ocurrido si se vacunaba a tiempo”. “La Argentina tuvo la oportunidad de arreglar por 14 millones de dosis con Pfizer y no lo hizo y no sabemos realmente por qué. Las cláusulas, la ley todo se podría haber solucionado y terminamos perdiendo 14 millones de dosis. Y con el sistema COVAX, que es un sistema de la OMS, a través del cual se hace una canasta de vacunas para los países con dificultades económicas, a los que se les permite encargar un número igual al 40 por ciento de su población, de ahí podríamos encargar unos 18 millones de vacunas. En lugar de encargar el 40 por ciento de la población, se encargó sólo el 10 por ciento de la población. O sea 4,4 millones”, detalló. “Los desaciertos en la gestión y en la diplomacia en el tema de las vacunas son tan groseros y evidentes que van a tener que explicarle a la población toda esta mala praxis. Es algo muy grave. Estamos hablando de enfermedad y de muerte”, finalizó.