En la sesión de Diputados
Intensos cruces por el proyecto que rechaza el uso del lenguaje inclusivo
Desde el oficialismo le reprocharon al legislador macrista la iniciativa. Aparte, la oposición insistió con la presencialidad.Un mero proyecto para prohibir el uso en documentos oficiales del “lenguaje inclusivo” fue centro del debate en la cámara baja. De a pinceladas se fue aludiendo al tema durante el tratamiento de otras iniciativas e incluso algunos legisladores del oficialismo utilizaron la letra “e” al término de algunas palabras a modo de cuestionar al diputado macrista Diego Figueroa (autor del proyecto en cuestión), quien no tuvo respaldo del interbloque opositor. Además, desde la oposición volvieron a colar el tópico de la presencialidad en las escuelas.
Durante el tratamiento de la iniciativa sobre la capacitación obligatoria en cuestión de género a asociaciones civiles deportivas en aplicación de la Ley Micaela (la cual fue aprobada), la oficialista Mónica Zalazar (FT) deslizó la primera crítica. Recordó que Diputados lleva adelante capacitaciones para mencionar que “la última capacitación de la institución fue de lenguaje inclusivo, que es reconocimiento de derechos y visualizarnos a todos”.
Luego, cuando se trataba la creación de un taller en los ámbitos escolares (nivel inicial, primario y secundario) para la concientización sobre la higiene y la salud en tiempos de pandemia, Figueroa realizó su primer descargo. “Entiendo que estos son verdaderos proyectos de ley inclusivos y fundamentales para nuestros niños, niñas y adolescentes dando un marco claro del mensaje que tiene que bajar desde el Estado sobre le cuidado personal”, dijo el legislador opositor.
En esta línea, acotó que hay una diferencia con los “modismos fundamentalistas de grupos intolerantes que pretenden instalar en las escuelas la deformación en el idioma que atenta contra el aprendizaje y buscan adoctrinar”. “El Estado no está para adoctrinar sino para cuidar y educar”, dijo.
Así, acometió hacia el oficialismo con un pedido: “Abran las escuelas e incluyan la educación presencial y no las aulas cerradas hace un año y medio; la demagogia no incluye, no incluye el braile o el lenguaje de señas, incluye las escuelas aptas para niños y niños con discapacidad, no la deformación del idioma en documentos oficiales”.
Desde el oficialismo tomaron el guante. La diputada Adriana Díaz, quien presentó un proyecto para incorporar el uso de “Lenguaje No Sexista” en documentos oficiales de la Administración Pública, dijo: “Quisiera que todos y todas podamos repasar los contenidos de la capacitación de la Ley Micaela”.
Tras la aprobación de otros proyectos, se reanudó el debate. En este sentido, el representante del PRO insistió con el tema invitando “a todos los que defienden este léxico y pregonan con las ideas pero no practican con las palabras a que hablen en el transcurso de esta y las demás sesiones que hablen en lenguaje inclusivo sin caer en el patriarcado con la letra O”. “Si quieren influir o educar, abran las escuelas, permitan que los niños vuelvan a las clases, necesitamos una Argentina educada y no adoctrinada”, dijo para poner a colación las cuestionadas palabras de Alberto Fernández durante la visita del español Pedro Sánchez.
“Cuando estábamos tratando un proyecto, Figueroa ya intentaba embarrar la cancha”, replicó Juan Denett. También remontó a la previa indicando que “dijo que los lenguajes no se imponen, pero parece que sí se reprimen”, para disparar: “El diputade es el clásico estereotipo patriarcal de intento de machirulo, lo vemos cual pichón de gorila pavonear su lomo plateado pintando con tiza”.
Posteriormente, Natalia Saseta (PRO-JxC) retomó el eje de la presencialidad con un pedido puntual. Les solicitó a los oficialistas que intervengan ante el Gobernador “para que ponga como prioridad la vacunación a los docentes de toda la provincia para tener calidad educativa y que los alumnos vuelvan a las aulas”.
Otra perspectiva tomó Verónica Mercado. La oficialista instó a sus pares a plantear debates propositivos. “Aprovechemos para generar debates que sean el reflejo de lo que la sociedad espera, llena de pavor que en este cuerpo nos veamos inmersos en un debate con tramos tan retrógrados, no podemos estar planteándonos si lo que debatimos amerita o no que hablemos de los derechos que ya estamos haciendo uso”, expresó.
También se refirió a la presencialidad contemplando que “es el caballito de batalla de la oposición en cada discurso”. En esta línea, explicó que el Consejo Federal de Educación emitió una resolución que faculta a cada autoridad provincial a tomar la decisión en función de la situación epidemiología. “No podemos discutir la presencialidad en lugares donde se pone en riesgo la vida” subrayó la oficialista sobre el cierre.