El regreso de las sesiones presenciales en Diputados no estuvo exento de cruces entre el bloque del Frente de Todos y el opositor Juntos por el Cambio.

Los cruces llegaron cuando se trataba el proyecto del oficialista Augusto Barros para modificar el régimen de subrogación de magistrados y funcionarios judiciales. Desde la oposición, puntualmente desde el radicalismo, Víctor Luna, Juana Fernández y Luis Lobo Vergara adelantaron que no iban a acompañar. ¿El fundamento? Porque no se había convocado a ningún actor representante del Poder Judicial a la comisión donde estaba la iniciativa.

Además, señalaban que los cambios iban a terminar en un proyecto que la propia Justicia iba a declarar inconstitucional. Sucede que, las modificaciones en cuestión, eran para con el proyecto que amplió el número de jueces y que posteriormente fue declarado inconstitucional. 

En este marco, la presidenta de Diputados, Cecilia Guerrero, señaló que cuando la iniciativa estaba en comisión “ninguno de los miembros de la oposición planteó la necesidad de requerir opiniones”. Así, tildó de “excusas” la actitud del radicalismo acotando que estaban poniendo “palos en la rueda”. 

Por otra parte, fue llamativo que el oficialista Isauro Molina se haya “enterado” el martes del tratamiento de un proyecto aprobado con moción de preferencia el miércoles 15. Si bien acompañó el proyecto para la inclusión laboral de personas víctimas de trata, dudó de su aplicabilidad e impacto en Catamarca.