Custodiado por las fuerzas de seguridad, Edgar Adhemar Bacchiani fue trasladado esta mañana desde su lugar de detención hacia su domicilio particular, ubicado en la zona alta de la capital.

Tras permanecer casi 20 días de estar detenido en la delegación de la Policía Federal, el “Trader God” se encuentra en su domicilio bajo la condición de domiciliaria, luego de que los peritos en delitos tecnológicos no pudieran acceder a sus cuentas. De esta manera, Bacchiani deberá demostrar que tiene los fondos para devolver a los ahorristas.

Se encuentran en la vivienda, el fiscal Rafael Vehils Ruiz, el secretario del Juzgado Federal, Luis Baracat y efectivos de Gendarmería, que trasladaron al imputado a su casa particular.

Peritajes

Este lunes se realizó el primer peritaje por parte de especialistas de Gendarmería Nacional a las cuentas de Edgar Adhemar Bacchiani, donde  solo se avanzó con la recuperación de claves.

Cabe recordar que, debido a la detención del “Trader God”, las cuentas de las distintas “exchanges” (plataformas virtuales de intercambio) que posee supuestamente a su nombre fueron inhabilitadas por seguridad. Para poder validar la identidad, esto puede demorar varias horas, incluso días, explicaron las mismas fuentes. 

Según expresó Bacchiani al juez federal Miguel Ángel Contreras en la ampliación de su declaración, en diversas plataformas poseía varias cuentas con fondos suficientes para poder afrontar sus obligaciones con los ahorristas que reclaman su dinero.

Para ello, desde la Justicia Federal se convocó a un equipo de profesionales de Gendarmería Nacional, especializados en delitos tecnológicos, quienes supervisan desde ayer los movimientos del “Trader God” en una oficina totalmente acondicionada para tal fin, en la Policía Federal, donde se encuentra detenido.

Causa criptoestafas 

Edgar Bacchiani, José Blas y Alexis Sarroca fueron detenidos e imputados por los delitos de “lavado de activos, asociación ilícita, intermediación financiera no autorizada y defraudación”, por lo que podrían enfrentar penas de hasta 15 años de prisión.

Para evitar la cárcel, el “Trader God” le propuso al magistrado un plan de pagos que duraría entre 120 a 150 días. Para que ello se cumpla, los tres detenidos debían obtener el beneficio de la prisión domiciliaria para poder “tradear” y pagar a los clientes.