En ámbitos de la Justicia Federal se recibió con mucha cautela el pedido de Edgar Bacchiani, quien en su última ampliación de indagatoria (solicitada por él mismo) pidió que se le conceda el beneficio de la prisión domiciliaria, para cuidar a familiares y a la vez con la promesa de iniciar los pagos.

Bacchiani ya había realizado un pedido similar cuando permanecía detenido en dependencias de la Policía Federal, y se le concedió su deseo, pese a lo cual, tras varios días de bucear en billeteras virtuales, no inició ningún pago.
Ahora el argumento de Bacchiani ya no es que desembolsará sus propios fondos, sino que un “amigo” que no se identificó, le aportará un millón de dólares por día hasta completar los 50 millones, supuestos fondos con los cuales comenzaría a cumplir con sus compromisos.

Luego de varias promesas de pago, que se reiteran desde que estaba en libertad sin mayores novedades a la hora de concretarlas, la Justicia fue muy prudente y todavía no se expidió sobre el nuevo pedido del líder de Adhemar Capital.
Si bien Bacchiani prometió que los pagos podrán ser monitoreados, y que se iniciarían de inmediato, surgen demasiadas dudas en torno a los misteriosos aportes del “amigo invisible” a quien, según explicó, alguna vez él también le hizo “favores”.
La naturaleza de los supuestos fondos, la identidad de su dueño y su origen, si es que el dinero existe, quedan bajo un manto de sospecha por las propias características de la causa que investiga la estafa.