Ayer, la mayoría de los bloques opositores de la Cámara de Diputados de la Nación logró el número de 129 para abrir la sesión especial con el objetivo de debatir el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP).

Por la tarde, ya contaban con 131 votos favorables y llegada la noche de ayer una coalición de bloques opositores, logró dar media sanción al proyecto con 132 votos. El Frente de Todos lo rechazó y la Izquierda se abstuvo.

En este marco, de los cinco representantes por Catamarca en la cámara baja del Congreso solo hablaron cuatro. Dos por la oposición de Juntos por el Cambio, Francisco Monti (UCR) y Rubén Manzi (CC-ARI) y dos por el oficialismo, Anahí Costa y Silvana Ginocchio respectivamente (ambas del Frente de Todos).

La postura de los primeros básicamente fue indicar que la BUP dará transparencia a los procesos electorales, evitando con ello fraudes como el voto en cadena. El oficialismo, por su parte, sostuvo que no era momento de avanzar ya que la agenda de la gente pasa por otra parte.

La BU y la Capital provincial

El primero de los catamarqueños en hablar fue Monti. El legislador nacional indicó que en el país “en muchas provincias, municipios, existe una clara precariedad institucional que deriva en que, lo que debería ser la excepción, que es la discrecionalidad en el uso de los recursos del Estado, pasa a ser la regla”. 

En esta línea, indicó que esa precariedad institucional es “el caldo de cultivo para el sometimiento de nuestros hermanos y compatriotas, que son muchas veces amedrentados, sometidos y condicionados en el ejercicio de sus libertades políticas por parte de quienes malversan y utilizan los recursos el Estado”.

El argumento de Monti giró en torno a que la Boleta Única “colinda y colisiona con los intereses políticos de quienes malversan y aprietan con los recursos del Estado”. Además, consideró que hay “falta coherencia” dentro del oficialismo y recordó que el actual gobernador Raúl Jalil impulsó el uso de la Boleta Única Electrónica en la Capital provincial.

La ordenanza fue aprobada en el 2017 por el Concejo Deliberante. Esto llevó a pregunta qué pasó. Con ironía, indagó: “¿Será que era la época en la que algunos dirigentes políticos simulaban pintarse de amarillo?”. 

Agenda ajena

La oficialista Costa fue la segunda catamarqueña en expresarse en la sesión de ayer. Planteó que los argumentos de la coalición opositora se dieron con la única “intención de instalar una agenda que claramente no tiene nada que ver con la agenda de la gente”. Para reforzar ese concepto, solicitó a sus pares que observen las gradas desde donde las personas pueden seguir la sesión. “Hoy están vacías”, remarcó, y agregó: “En la sesión pasada esos balcones estaban repletos cuando tratábamos leyes que demanda la gente”.

Así, lanzó una serie de preguntas: si la BU “es más simple que el sistema actual” y si “es el momento en poner al Estado por demanda de la política y dirigentes a capacitar en un sistema electoral”. También indagó si se demostró algún beneficio directo de la BU. “Ninguna de estas preguntas fue respondida”, se respondió.

“La gran participación popular que asegura nuestro sistema actual es el único diagnóstico certero que tenemos”, aseveró Costa. A la vez, rescató que “no se puede pensar que en la situación que atravesamos y en un corto plazo de cara a las próximas elecciones, la podamos implementar”. Incluso indicó que la oposición en realidad fue impulsada “por las grandes organizaciones internacionales, que pretenden establecer una agenda a nuestra clase política y que nada tiene que ver con lo que la gente necesita”.

 “Comparto que existen abusos en la política”, señaló la oficialista con el objetivo de recordar que sufrió “personalmente en las últimas elecciones violencia en un departamento de Catamarca por denunciar dádivas y el uso de recursos del Estado”. Clara referencia a lo sucedido en Antofagasta de la Sierra en los comicios del año pasado. En tanto, subrayó que “nadie en Catamarca me pide por la BU ni por el cambio en el proceso electoral, sí me piden por cómo hacer para incorporarse a las becas, al Progresar, al Procrear, a la Tarjeta Alimentar, la AUH; eso es lo que pide la gente y eso es lo que debemos dar”.

Faltó diálogo

La tercera oradora en la sesión de ayer fue Ginocchio. La diputada oficialista evaluó que hubo “una clara determinación a imponer la Boleta Única sobre Boleta Partidaria”. La legisladora rescató que si bien hubo reuniones informativas, “obviamente que debate, diálogo y construcción no hubo”. “El disenso fortalece la democracia aunque también lo hacen el diálogo y la responsabilidad institucional”, agregó.

“Frente a toda la serie de informantes e invitados, quedó claro que el sistema de boleta partidaria funciona, que es ágil, conocido y transparente”, dijo, para consultarle a la oposición “cuál es el problema que se quiere resolver con urgencia encontrándose próximos a unas elecciones”.

Al igual que Costa, Ginocchio remarcó que la BU “no resuelve los desafíos actuales del país y de la gente”. “Además, tenemos un contexto complejo con problemas coyunturales y estructurales”, reforzó su postura. “Cuando regreso a mi provincia, no es este el tema, pasa por otros ejes, que son las políticas públicas que lleva adelante el país para crear fuentes de trabajo, hay otros temas en agenda”, cerró.

Eliminar el voto cadena

El último orador por Catamarca fue Manzi. El opositor señaló que si bien “esto no es la panacea universal ni terminará con todos los problemas electorales que en la Argentina puede haber”, sí tenderá a eliminar ciertas prácticas en los días de comicios. Para el caso, dijo “en nombre de miles de catamarqueños y de argentinos que viven en el interior del interior, que saben claramente que el fraude, en mayor o menos medida, existe”.

“El fraude a través del voto cadena existe, el fraude a través del robo de votos, existe”, insistió Manzi. Reforzó sus palabras recordando que en el 2019 se denunció a Elpidio Guaraz  por “la maniobra del voto cadena”. La crítica del opositor fue por el lado de que “hay mucha resistencia a la BU porque mucha gente de este recinto le es claramente funcional a las oligarquías provinciales que se perpetran en el poder y que intentan manejar como patrones de estancia nuestras provincias”.