Intento de golpe en Brasil

Bolsonaristas tomaron las sedes de los tres poderes y Lula decretó la intervención federal

Cientos de personas invadieron el Palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema. Reclamaban un levantamiento militar. Brasilia está intervenida hasta el 31 de este mes.
lunes, 9 de enero de 2023 01:10
lunes, 9 de enero de 2023 01:10

Una grave intención de golpe de Estado sucedió ayer en Brasil, cuando cientos de seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro invadieron las sedes de los tres poderes del Estado (el Congreso Nacional, el Palacio presidencial y al Supremo Tribunal Federal) ubicados en Brasilia, en una manifestación pidiendo la intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El actual titular del Ejecutivo brasileño decretó la intervención federal a Brasilia y advirtió que los “terroristas” que los protagonizaron “pagarán con toda la fuerza de la ley”. La intervención será hasta el 31 de enero y su objetivo es poner fin a los actos de violencia en los edificios del poder público.

Durante la media tarde de ayer, los militantes, que sostienen ideas golpistas, superaron a las fuerzas de seguridad e ingresaron al establecimiento, al mismo estilo que los republicanos que tomaron el Capitolio de Estados Unidos, ocuparon los techos y los jardines del Palacio de Planalto, sede presidencial, y también al Supremo Tribunal Federal. Además, provocaron destrozos en vehículos de la Policía y barreras de protección. También destruyeron barreras de protección y, armados con palos, se enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los bolsonaristas. “Este absurdo intento de imponer la voluntad por la fuerza no prevalecerá. El Gobierno del Distrito Federal asegura que habrá refuerzos. Y las fuerzas a nuestra disposición están trabajando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”, dijo el ministro Flavio Dino.

Luego, el presidente brasileño indicó que hubo un operativo de seguridad defectuoso, nombró como interventor a Ricardo Capelli (secretario general del Ministerio de Justicia) quien será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital y estará subordinado directamente al jefe de Estado. En conferencia de prensa, afirmó que los “vándalos fascistas” que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia, en Brasilia, serán “encontrados” y “castigados”.

“Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán punidas”, dijo Lula en Araraquara, estado San Pablo, donde estaba de visita por una tragedia de inundaciones. “Lamentablemente, los que tenían que hacer la seguridad del distrito federal era la policía militar del distrito federal y no lo hizo; hubo una incompetencia, mala voluntad o mala fe, ustedes vieron las imágenes de cómo los acompañaban” a los manifestantes, comentó Lula y aseguró que esos uniformados serán “punidos de forma ejemplar” y “no son confiables”.

Lula responsabilizó de los incidentes a su antecesor, a quien llamó “genocida”, y acusó al agronegocio y a las mafias de la minería ilegal de financiar estos movimientos golpistas. Sostuvo que los radicales han sido “estimulados” por el ex gobernante y que “pagarán con la fuerza de la ley” por los disturbios provocados.

Luego de más de cuatro horas de máxima tensión, autoridades de Brasil confirmaron que la Policía recuperó el control de los edificios y logró desalojar a los manifestantes, en un operativo que incluyó gases lacrimógenos y enfrentamientos. Anoche, el ministro Dino declaró que ya se ha detenido a “unos 200 terroristas” por el intento de golpe de Estado. 
En tanto, el secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Anderson Torres, aliado del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, fue destituido de su cargo por el gobernador Ibaneis Rocha.

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