De a poco va en aumento la tensión interna del bloque de la UCR, el segundo de mayor número de votos en Diputados, por los proyectos que busca sacar el Gobierno de la Cámara baja y con la reforma de la Constitución de fondo.

A través de un documento que lleva la firma de Luis Lobo Vergara (presidente del bloque radical), Juana Fernández (vice) y los legisladores Luis Fadel, Alfredo Marchioli, Alejandra Pons, Alejandro Páez y Alicia Paz apuntaron a sus pares para reclamarles por el faltazo a dos reuniones de bloque algo que, esgrimen, fue un mandato del propio partido centenario. 

Las tensiones fueron in crescendo desde el encuentro que mantuvieron varios de este grupo mayoritario con autoridades del oficialismo. Las sospechas de negociados se trasladaron luego a un careo en el Comité Provincia y el lunes tuvo su segunda edición aunque fue para analizar los resultados de las elecciones en octubre. Para ese día se había invitado a los excandidatos Flavio Fama (a gobernador) y Francisco Monti (a intendente de la Capital), quienes rechazaron la tarjeta con sutiles pero contundentes críticas.

La historia continuó el martes último. Cinco diputados en funciones y uno electo firmaron un documento para cuestionar a las autoridades del radicalismo por avanzar “en un diálogo sórdido con el gobierno provincial” y “por acciones obstinadas e insistentes de las autoridades del Bloque, algunos diputados y las máximas autoridades del Partido quienes (...) solo se esfuerzan en profundizar sus impulsos y retrasar el esfuerzo requerido para la reconstrucción de nuestro Partido”. Este comunicado lleva las firmas de Silvana Carrizo, Natalia Herrera, Tiago Puente, Carlos Marsilli, Cristina Gómez y del diputado electo Mamerto Acuña. Es decir, del total de integrantes del Bloque, la minoría. Un detalle. También lleva las rúbricas de Fama y Monti.  

Con ese trasfondo, ayer el bando mayoritario radical emitió un documento en donde señalan que “la discusión política de los temas que nos incumben como legisladores, es en la UCR, en el bloque”. “No en los medios como una instancia de comunicación” acotan. Además, esgrimen que “se debe tener responsabilidad en el ejercicio de las funciones y practicar la tolerancia frente a los que piensan distinto”, para remarcar que “los consensos se construyen con diálogo”.

También mencionan que “el bloque se ha reunido en dos oportunidades, con la ausencia de una minoría de miembros a pesar del mandato unívoco del Partido”. Según trascendió, esas ausencias, a fin de evitar un aval implícito, podrían extenderse hasta finalizar el periodo de sesiones ordinarias. Al margen de ello, el comunicado de los diputados radicales con más votos, remarca que “como principal fuerza de oposición, entendemos que nuestro rol es el de estar presentes en los debates que nos demanda la sociedad, con el objetivo de construir mejor y mayor democracia”.

“Creemos que cuestionar a las legítimas autoridades partidarias en los términos en que se realizó, solo produjo que pierda el radicalismo desconociendo la relevancia institucional de la UCR, en la construcción de la República Argentina”, mencionan, para deslizar hacia sus pares en minoría que “la credibilidad política nace de la confianza en el conjunto, no de la visión personal de algunos de sus miembros”. “Mientras se mantengan en la defensa de proyectos personales, no será posible pensar un futuro común”, cierran a modo de crítica y marcando un perfil dialoguista.

Duras críticas a la presidenta de la JR

Dos líneas de la Juventud Radical cuestionaron duramente las palabras de la presidenta de la JR, Agostina Maza Ibáñez, quien mencionó que hay “incoherencias e irresponsabilidades” en la conducción partidaria. En este marco, la JR Evolución y la JR Morada señalaron que les preocupa la “dirección que tomó la gestión de nuestra organización juvenil”. 

“Pareciera que la presidenta está más concentrada en criticar que en construir, como tanto dice en sus expresiones, y que en primer lugar debería hacer una autocrítica de su paupérrima gestión ya que lejos está de centrarse en lo que sí importa”, cuestionaron. También indican que “es preocupante la liviandad desde la posición en que habla la presidenta, ya que desconoce su participación como candidata en las elecciones, donde no militó ni recorrió ni siquiera por su propia candidatura”.