A través de un Proyecto de Resolución, el diputado provincial Enrique Cesarini propone instar a los tres poderes del Estado provincial a contemplar la adquisición de un papel alineado con el cuidado del ambiente para su utilización en el soporte físico de los documentos administrativos. Concretamente, sugieres que se opte por el papel “Ledesma Nat”, que se fabrica a partir de pulpa de fibra de caña sin procesos de blanqueo ni agentes químicos agregados, o cualquier otro que reúna las mismas características, con el objetivo de una gestión ambiental amigable. 
En los fundamentos del proyecto, Cesarini –miembro de la Comisión de Ambiente, donde viene trabajando activamente en este tipo de iniciativas- señala que el producto propuesto es el resultado de un proyecto innovador que lleva adelante la empresa Ledesma. Además de las características ya mencionadas, indica que su desempeño en impresión y escritura es equivalente al de los papeles blancos. “En tal sentido, le aplica la Norma IRAM 3134, para papeles sin proceso de blanqueo, que tiene como requisitos de calidad los mismos que están establecidos en la Norma 3124 para papeles de uso en oficinas”, precisa. 
Además, este producto cumple con los parámetros de la norma IRAM 3123 que establece formatos y tolerancias de papeles listos para uso. Por el momento, la norma está redactada para papeles blancos y de color, que era lo más común de encontrar en el mercado. El próximo año, en la nueva versión de la norma (la actual data del 2008), va a aplicarse también a los papeles naturales. 
“Es importante destacar que se ha calculado la huella de carbono del papel Ledesma Nat con especialistas en el tema y con los protocolos vigentes, y el resultado de estos análisis es que en su ciclo de vida es prácticamente Carbono Neutral”, afirma el proyecto.  
Ledesma Nat cuenta además con certificación de Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001, de Gestión de Residuos Industriales ISO 14001, que permiten sostener un sello social-ambiental FCA ProductoYungas, Fibras Celulósicas Alternativas, otorgado por la fundación ProYungas y certificado anualmente por el IRAM, todas las certificaciones tienen auditorias anuales para mantenimiento de la vigencia.
“En atención a los enromes desafíos que como sociedad tenemos con el impacto ambiental y el cuidado del medio ambiente, estoy convencido que arbitraremos las medidas conducentes para que, en lo sucesivo, la administración pública en su conjunto utilice papel con estas tecnologías, independientemente de la contratista, para ser más amigables con el planeta”, solicita Cesarini, quien agregó que estas iniciativas están teniendo amplia aceptación en todo el país.