La campaña electoral y la avalancha informativa en las redes sociales
De acuerdo a la normativa vigente, este viernes a las ocho de la mañana arrancó la veda electoral. Sin embargo, las leyes que rigen cada contienda no pudieron frenar con el avance de los mensajes proselitistas en las redes sociales.
Parafraseando a un expresidente estadounidense “creo que las redes sociales son más poderosas que el dinero de campaña”, es que los políticos comenzaron a utilizar, de un tiempo a esta parte y con más fuerza, estas herramientas.
Las redes como Facebook, Instagram, Twitter y Tik Tok, más la mensajería por WhatsApp y hasta Telegram, fueron propicias para que cada candidato emita su mensaje a sabiendas que su llegada es más rápida a través de la globalización que permite internet. Incluso los llamados “hater” y las “fake nwe” están a la orden del día, sobre todo en los dos días previos a las elecciones, con el único objetivo de confundir al electorado.
Es por eso que la Cámara Nacional Electoral, con la venia de un importante número de actores políticos, entre legisladores, dirigentes y candidatos de diferentes partidos dio a conocer un documento sobre el “Compromiso Ético Digital 2023”.
En este, se señala que los actores adherentes asumen el compromiso de, entre otras cosas: contribuir a mitigar los efectos negativos de la divulgación de contenidos falsos y demás tácticas de desinformación en redes sociales y otros entornos digitales”.
Por su parte, las empresas tecnológicas adherentes declaran que: “tras reconocer la complejidad y la tensión que puede existir durante el proceso electoral con la difusión y proliferación de información inexacta o noticias falsas, acuerdan, dentro del marco de sus posibilidades y herramientas colaborar con las autoridades competentes en este proceso respetando los valores democráticos y la libertad de expresión”.
Sin embargo, más allá de este documento aún existe un vacío legal para controlar los mensajes y difusión de propaganda proselitista en red. ¿Una deuda pendiente?
Seguramente, y el debate fácilmente pueda encontrar por donde escaparse, no obstante el “Compromiso Ético Digital” ciertamente es un avance. Es que la posibilidad de la conectividad tecnológica hace que sea cada vez más difícil controlar los mensajes que se emiten por las diferentes redes sociales, donde los electores se ven bombardeados con publicidad de campaña. La mensajería por WhatsApp avasalla la legislación vigente, y sobre todo la ley madre en las contiendas electorales, como lo es Código Electoral Nacional, que prohíbe toda difusión proselitista.
Es así que los electores hasta el día domingo inclusive seguirá recibiendo mensajes de los candidatos en sus celulares invitándolos a votar.