La suspensión de las primarias para el año que viene no aparecía en el radar de la política nacional hasta hace un mes. La novedad comenzó a impactar esta semana en Buenos Aires, pero como resultado de un proceso que comenzó más de un mes atrás en Salta.

La semana pasada, las dos cámaras de la Legislatura porteña aprobaron la suspensión de las primarias en esa provincia. Fue el cierre de una estrategia que definió el gobernador Gustavo Sáenz hace más de un mes. Primero firmó el decreto para desdoblar los comicios locales de los nacionales y les puso fecha para el 16 de abril. El paso siguiente fue dejar en manos del poder legislativo el freno provisorio a las primarias. 

Ese cambio ya es ley desde la semana pasada y transformó a Salta en la primera provincia que efectivizó la separación de sus comicios del calendario nacional. La procesión silenciosa continúa en Tucumán, Entre Ríos y San Juan, donde también crece una controversia en torno a la exhumación del sistema de ley de lemas. 

El caso de Sáenz reviste otro calibre. Se trata de un mandatario aliado del Frente Renovador que conduce el ministro de Economía, Sergio Massa. Con la reforma que concretó al sistema electoral salteño, que utiliza la boleta única electrónica, se entusiasmaron los dirigentes del Frente de Todos que analizan la suspensión de las primarias como desventaja para Juntos por el Cambio.

La principal coalición opositora tiene a las PASO 2023 como una instancia clave para ordenar sus internas en un momento donde no logra reducir la cantidad de precandidatos en pugna. En la provincia de Buenos Aires el debate retumba en el interior del gobierno de Axel Kicillof desde principios de año.

Sin embargo el jefe de asesores del gobernador, Carlos Bianco,  habló hace dos semanas en Modo Fontevecchia y descartó que estén analizando la suspensión de las primarias y el desdoblamiento de las elecciones del principal distrito electoral. Dentro de Juntos por el Cambio hay quienes anticipan una victoria asegurada en 2023.

Opinan que el territorio bonaerense será una retaguardia estratégica para el Frente de Todos y, en especial, para el kirchnerismo. Bianco negó que estén analizando el desdoblamiento para el distrito que concentra el 40% del electorado de todo el país, pero si se concreta esa decisión será leída por Juntos por el Cambio como el punto de partida para el desdoblamiento electoral que el funcionario de Kicillof negó. 

Lo cierto es que una eventual suspensión de las PASO nacionales podría poner en crisis el esquema que Juntos por el Cambio prepara para la Provincia de Buenos Aires.  La coalición opositora tiene seis competidores para pelear la sucesión de Kicillof y hasta ahora no aparecen señales sobre un liderazgo que aglutine ese nivel de dispersión.