Sebastián Monjo, juez de Familia de la ciudad de Villa María, Córdoba, hizo lugar al pedido de cambio de apellido de un niño de dos años y medio, cuyo padre fue condenado por femicidio.

La solicitud había sido realizada por la mamá biológica del menor. El proceso llevó más de un año porque la Justicia tenía que analizar el pedido y los fundamentos que esgrimía la mujer. 

Según indicó el sitio Actualidad Jurídica, la solicitud argumentaba que el progenitor fue condenado por un hecho de femicidio en un caso de amplia repercusión mediática y social en la ciudad, por lo que seguir llevando el apellido paterno le causaría un agravio en su futuro inmediato.

El juez de la causa hizo lugar al pedido con fundamentos en preceptos constitucionales y convencional como el interés superior del niño y en el principio de prevención del daño.

A su vez, Monjo aclaró que, aunque la violencia no haya sido ejercida sobre la mujer que realizaba el pedido, la violencia de género tenía impacto en el proceso “en tanto obró como causal adecuada para el cambio de apellido requerido y como calificante del homicidio cometido por el progenitor del niño”.

En los fundamentos también se indicó que el uso del nombre integra el derecho a la identidad, a la personalidad, y la identidad dinámica se presenta “como un valor o interés que debe ser de aplicación prevalente por sobre cualquier otro interés” y que constituye parte de su dignidad.

La resolución judicial ya se efectivizó y, de esta manera, el niño tendrá el apellido de la madre.