El 17 de julio de 2020, una anciana fue atacada por un perro mientras regresaba del almacén a su domicilio, ubicado en un barrio de la zona este de la ciudad de Salta.

Luego del incidente, la mujer fue trasladada en un móvil del SAMEC al hospital San Bernardo de esa ciudad, pero en el trayecto sufrió un paro cardíaco y pese a las maniobras de reanimación, falleció, según determinó la autopsia, como consecuencia de un shock hipovolémico.

Tras la muerte de la mujer, su hija realizó la denuncia contra Paulina Isabel Subelza, la propietaria del perro. Entre las declaraciones de testigos del ataque, se destaca la de un vecino que reveló que “los perros que residen en esa vivienda siempre salen a atacar a los transeúntes que se desplazan por la calle” y que esa no fue la primera vez que agreden a una persona.

Por su parte, Gustavo Torres Rubelt, fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados Contra las Personas, requirió juicio para Subelza por el delito de homicidio culposo en calidad de autora material y en perjuicio de la mujer de 73 años, indicando que “quien posee un animal, es titular de un especial deber de cuidado” y debe arbitrar los medios necesarios para minimizar los riesgos que trae consigo la tenencia. Por ello, la falta de adopción de medidas de seguridad específicas y dirigidas a evitar que el animal dañe a otros, equivale crear un riesgo jurídicamente desaprobado”, a lo que agregó, “más aún, teniendo en cuenta que la propietaria del perro, habría inobservado los deberes a su cargo de cuidado del animal para que no dañe a terceros y podría haber advertido el peligro, porque que el perro ya habría atacado a otra persona”, precisó.