Dos camionetas, con patentes chilenas, fueron interceptadas por Gendarmería en medio de una zona inhóspita, de la Puna salteña. En uno de los vehículos, había  25 bultos con 454 kilos de cocaína y 254 kilos de marihuana. En tanto dentro del otro había bidones con combustible. Los ocupantes se dieron a la fuga.

Se trata de una modalidad habitual del narcotráfico para moverse en esta región inmensa y desértica, por encima de los 3.500 y 4.000 metros sobre el nivel del mar. Es una frontera porosa y difícil de vigilar. En ocasiones anteriores ya hubo secuestros similares de grandes cargamentos de droga.