Un hombre entró a una peluquería de la localidad tucumana de Bella Vista donde se encontraba trabajando su ex nuera, la atacó a balazos y luego se suicidó en el lugar.

El asesino culpaba a la víctima de la muerte de su hijo, ocurrida tiempo atrás en un accidente de tránsito.

Eran las 20.00 horas del sábado 23 de enero. La víctima, Rocío Macarena Quesada estaba atendiendo la peluquería, mientras las clientas entraban con turnos previos. Roberto Rojas, el agresor, estuvo haciendo tiempo en la puerta del negocio, hasta que ingresó una clienta. Por detrás de ella lo hizo el hombre que se presentó ante Quesada portando una pistola Bersa 22. Disparó el arma, y el proyectil  impactó en la cabeza de la muchacha, que fue trasladada de urgencia la hospital de Bella Vista, donde ingresó sin vida.
Tras el crimen, el hombre se suicidó dentro de la peluquería.

De acuerdo a lo precisado por el comisario José Carlos Valdez, en comunicación con el medio local, El Tucumano, la “joven de 28 años se encontraba en su peluquería cuando cerca de las 20 llegó un hombre y le disparó varias veces desde la vereda del local. Luego, se disparó a sí mismo en la cabeza. Ella fue trasladada al hospital y llegó sin vida, mientras que el hombre falleció en el lugar”.

Las primeras investigaciones revelan que Rojas responsabilizaba a la mujer por la muerte de su hijo, ocurrida hace un tiempo atrás al chocar su moto contra un paredón mientras conducía en evidente estado de ebriedad.

Además, la familia del joven señaló que este no podía ver a su hija porque Quesada lo impedía, por lo que cayó en depresión. Nunca le perdonaron la actitud asumida, ya que, a su entender, fue lo que provocó la muerte de su hijo.

“Es un hecho aberrante que judicialmente está resuelto, en razón de que se extingue la acción penal por la muerte del autor del mismo”, explicó por su parte a Télam Carlos Berarducci, de la Unidad Fiscal de Homicidios.