Todo empezó luego de lo que parecía ser una simple rebeldía adolescente el lunes por la noche, luego de que una chica de 17 años llegó a su casa más tarde de lo que tenía permitido y, ante el reproche de sus padres, pegó un portazo y volvió a salir. La particularidad del caso se dio cunado se enteraron que no fue a buscar refugio en la casa de ninguna amiga, pero tampoco escondió sus intenciones: anunció que se iba a vivir con el sacerdote de la parroquia De Las Mercedes (Simoca).

Atrás de ella, salieron corriendo los familiares y el desenlace del episodio sacudió a todos los vecinos de la ciudad tucumana. Efectivamente, como había anticipado la menor, el cura Pablo Valdez ya la estaba esperando en la puerta del templo cuando llegó y la situación se desmadró.

Según indicaron los medios locales, los padres de la adolescente sospechaban de antemano de la relación que la unía con el religioso porque solía pasar demasiado tiempo en la iglesia. Por eso fue que, al verlo allí preparado para recibirla, se abalanzaron sobre él y al grito de “violador” lo empezaron a atacar a golpes.