El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, anunció la prohibición de las fiestas electrónicas, tras un fin de semana marcado por la controversia a partir de la cancelación de un festival de música electrónica. Esta decisión surge por la preocupación sobre la seguridad y la salud de los asistentes.
Jaldo afirmó: “Esto corre por mi cuenta. Las fiestas electrónicas son beneficio para algunos cuantos y perjuicio para mucha otra gente. Ganan plata dos o tres personas y corren riesgo muchos jóvenes que concurren a ellas. Mayoritariamente, se vende droga”. Con este argumento, el Gobernador dejó en claro que se priorizará la seguridad de los jóvenes.
La prohibición se mantendrá vigente en la vecina provincia hasta que se puedan garantizar “la salud y la vida” de los asistentes al “100 por ciento”. Jaldo también hizo un llamado a los organizadores de estos eventos y señaló que deben asumir la responsabilidad si surge algún problema: “Que se hagan cargo si hay un problema del que hago referencia, que respondan a la Justicia”.
En cuanto a la formalización de esta decisión, el Gobernador señaló que algunos legisladores están interesados en participar en el proceso, aunque también se podría establecer la prohibición por decreto desde el Poder Ejecutivo.
“No por tres o cuatro personas que quieran hacer algunos dineros más vamos a exponer a los jóvenes tucumanos al consumo de drogas”, enfatizó Jaldo. Añadió que las fiestas solo serán reconsideradas una vez que se brinden las garantías adecuadas.
La controversia se intensificó tras la suspensión de un festival de música electrónica en San Miguel de Tucumán, donde las autoridades decidieron no otorgar los permisos necesarios. Desde las redes sociales de los organizadores, se comunicó: “En virtud de la animosidad manifiesta por parte de Policía de la provincia, Bomberos de la provincia y Defensa Civil de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, amenazándonos ante el desarrollo de un evento de música electrónica, nos vemos en la obligación de anunciar ‘evento postergado’”.
A su vez, en un video compartido, los organizadores denunciaron una “persecución contra la música electrónica” y señalaron que la intervención de las autoridades fue excesiva y desproporcionada. “Nos tratan como delincuentes”, expresaron, refiriéndose a la gran cantidad de efectivos policiales presentes en el lugar.
Adicionalmente, medios locales informaron que otro evento de música electrónica fue trasladado desde la capital tucumana hacia Termas de Río Hondo debido a complicaciones similares.