La edad de riesgo: el tramo entre 12 y 17 años

Detectan precoz inclinación al suicidio en Catamarca

Es el primer estudio científico efectuado en Catamarca, con el aval de la UNC.
viernes, 22 de octubre de 2010 00:00
viernes, 22 de octubre de 2010 00:00

Un estudio de investigación científica, avalado por la Universidad Nacional de Córdoba, titulado “Riesgo Suicida en Jóvenes Escolares”, permitió establecer que en esta provincia el grupo de riesgo por suicidios abarca a jóvenes comprendidos entre los 12 y 17 años, con una grave problemática social y familiar.
Este trabajo fue desarrollado, a manera de tesis, por la doctora Graciela Maturano, quien es jefa de la División de Audotoría Médica de OSEP, y le permitió obtener el título de maestría en gerencia y administración en servicios de salud. Dicho estudio es el primer trabajo de investigación científico que se cristalizó en Catamarca, que avala la Universidad Nacional de Córdoba.
En el contenido de este trabajo se tomó como muestra de análisis a alumnos de 12 a 17 años, que concurren a una escuela representativa de la periferia de la ciudad y permitió establecer, entre otros aspectos, que los jóvenes comprendidos en esta edad poseen “una fuerte inclinación suicida”. Y agrega: “Después de un extenso y profundo análisis se pudo determinar la existencia de un alto nivel de ideación suicida en niños de 12 a 17 años, que es cuando el niño empieza a planificar y a definir de qué manera se puede llegar a quitar la vida. Es muy distinto a un nivel de fantasía suicida, que, en algunos casos, es normal en esta edad y forma parte del desarrollo personal del joven”.
Entre los principales factores causales de este flagelo, Maturano destacó “un alto índice del nivel de desesperanza, con un elevado nivel de incapacidad de apartamiento de la situación”. “Estas condiciones definen la vulnerabilidad de los chicos, por ello se considera vital el apoyo familiar y de contención social para que un niño en edad de riesgo pueda afrontar problemas y superar conflictos por sus propios medios”.
Este estudio permitió determinar, también, que los chicos en situación de riesgo responden a un núcleo familiar demarcado por la disfuncionalidad, con falta de escolaridad, problemas económicos, deserción escolar en los padres, condiciones de alcoholismo, etc. “La desesperanza que posee un joven está íntimamente vinculada a la autoestima. Un ejemplo, es que estos chicos van a una escuela o viven en una comunidad barrial rodeada por residuos y eso afecta la imagen y autoestima de cada uno”.
“El suicidio es vinculante con el género masculino, mientras que Catamarca posee un elevado índices de intentadores mujeres. Las cifras demuestran que por cada suicidio, existen entre 6 y 20 intentos. Allí, en ese parámetro, hay un grupo importante de mujeres jóvenes con esta patología”, explicó.
Con el objeto de revertir esta situación, el estudio plantea la necesidad de atender la situación de los jóvenes en riesgo a través de un trabajo multidisciplinario, que involucre acciones en forma conjunta en materia escolar, justicia, policía, salud, que contengan al joven como persona y atendiendo su situación particular. “Sería bueno que la Justicia no se convierta en depósito de jóvenes sino que promueva una atención profesional, mientras que los docentes hagan tomar conciencia sobre esta problemática y sus consecuencias. Así, entendemos que se deben instrumentar redes vinculares y con la predisposición de las instituciones para estar al servicio de la comunidad”, explicó la profesional, al tiempo que aseguró que desde OSEP se instrumentan una serie de acciones destinadas a contener al joven como al núcleo familiar, incluso con prácticas y coberturas sin costos.

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