El tornado, de características inusuales, arrasó alrededor de las 18 de ayer la localidad de Pozo de Tigre, situada 270 kilómetros al oeste de la capital formoseña, lo que provocó el derrumbe de viviendas y voladura de techos, además de caída de árboles y postes.

Con las primeras luces de la mañana, se pudo apreciar la magnitud del tornado que "se ha llevado la mitad del pueblo", aseguraron fuentes policiales.

El intendente de la localidad, Reinaldo Castillo, informó que "la tormenta fue terrible", debido a que causó enormes daños aún no totalmente evaluados. Señaló que ya estaba recibiendo ayuda del gobierno provincial.

Entre otros elementos, fue enviado un generador de electricidad para subsanar en parte la falta de energía, especialmente en el hospital que se había quedado sin luz.

Además, fueron envidados desde Formosa personal de Defensa Civil y agentes policiales para socorrer a las personas heridas.

Al mismo tiempo, indicó Castillo, trabaja personal policial de la zona y de la comuna para reestablecer las comunicaciones y atender a los heridos, cuya cifra no pudo precisar.

"No sabemos aún cuantos" fueron los heridos, dijo el jefe comunal, pero se mostró fuertemente afectado al señalar que "fue terrible lo que pasó". Agregó que varios de los lesionados se encuentran en grave estado.

Pozo del Tigre tiene una población urbana cercana a las siete mil personas, en tanto que en su zona rural hay numerosos establecimientos ganaderos y agropecuarios, donde la tormenta también ocasionó daños.