Se ignora una ordenanza vigente

No hay control en la venta de suplementos para deportistas

Casi una moneda corriente ante la ausencia de un estricto control oficial.
sábado, 30 de octubre de 2010 00:00
sábado, 30 de octubre de 2010 00:00

A pesar de la existencia de una ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante, por la cual se prohíbe la comercialización libre de sustancias y productos deportivos en gimnasios, los controles no se practican de manera constante y la venta libre de estos productos se realiza sin la exigencia de recetas médicas.
En una recorrida por la mayoría de los gimnasios deportivos de la ciudad, se pudo establecer la existencia de productos suplementarios que se encuentran a disposición de los clientes, quienes pueden acceder a ellos sin la necesidad de contar con una receta médica o alguna prescripción médica que lo autorice.
Esta realidad se contrapone a lo dispuesto por la ordenanza 3686/03, perteneciente a la ex concejal Lidia Zabaleta, que establece que “todas las personas que realicen actividades físicas en gimnasios deben poseer un certificado de aptitud física, que deberá ser actualizado periódicamente conforme lo determina la reglamentación”.
Y establece, además, en el artículo 8: “Prohíbese en los gimnasios de la ciudad Capital la venta o suministro de medicamentos, drogas o sustancias que contengan principios activos que modifiquen el rendimiento físico o accionen fisiológicamente sobre el organismo”.
Sin embargo y pese a esta disposición, los controles municipales no centralizan su objetivo en este tipo de inspecciones, debido a que los mencionados productos se encuentran para ser comercializados en varios GYM y locales habilitados de la Capital, donde la edad de los consumidores es de 13 años en adelante.
Eduardo Gómez, propietario e instructor de un gimnasio de la ciudad, se mostró contrario a la utilización de esteroides o suplementos, debido a las graves consecuencias que generan en la salud. “Producen cáncer de hígado, de corazón, y hasta la muerte. En el caso de los aminoácidos u otros productos naturales se los puede consumir para recuperar tejidos musculares, pero se trata de elementos que no deben ingerirse en exceso”.
De acuerdo con estadísticas, los músculos se nutren en un 60 por ciento de carbohidratos y en un 30 por ciento de aminoácidos. Estos productos permiten recuperar minerales, vitaminas, entre otros, que se pierden durante los ejercicios de gimnasio o en la práctica de un deporte.
Por ello, se aconseja la realización permanente de exámenes médicos.
“Nunca, en mis años de entrenador, nadie trajo los estudios médicos correspondientes para comenzar a entrenar para una competencia”, explicó el profesional.
Según información médica calificada, las consecuencias que producen estos suplementos deportivos en el desarrollo humano son: daños hepáticos, disminución del tamaño de los testículos, infertilidad masculina, masculinización de las mujeres, aumento de las mamas en los hombres, y baja estatura en niños y personas en desarrollo.
A ello, debe agregarse efectos adversos en los niveles de lípidos en sangre, tendencia al abuso de otras drogas o al abuso del alcohol, aumento del riesgo de infarto, incremento del riesgo de ataque de corazón, y muerte.

Más riesgos

Otro de los aspectos más recurrentes en el ambiente de los gimnasios, es la comercialización de productos veterinarios para llegar a una potencia y destreza muscular que otros suplementos no pueden proporcionar.
En las veterinarias se comercializan las vitaminas de caballos que, en muchos casos, provocan la muerte en seres humanos que la emplean, por un uso irregular y no medicado.
Jorge Iglesias, veterinario local, se refirió al caso de los productos que se venden en su local: “Las consecuencias son nefastas, complicadas porque son productos que vienen formulados para animales; sobre todo las drogas estimulantes, que pueden generar dependencia para modificar su estado”.

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