Agca dice que el Vaticano planeó el atentado contra Juan Pablo II

Ofreció en una entrevista televisiva una nueva versión de los hechos ocurridos en 1981.
miércoles, 10 de noviembre de 2010 00:00
miércoles, 10 de noviembre de 2010 00:00

El hombre que disparó en 1981 contra el Papa Juan Pablo II, el turco Mehmet Alí Agca, ha revelado que aquel atentado había sido ordenado por el entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Agostino Casaroli, y ha declarado que la intención de los organizadores era "herir, no matar", al Pontífice y que el objetivo era acusar de la acción a la Unión Soviética para desacreditarla y conseguir el "hundimiento del imperio soviético".
En declaraciones a la cadena de televisión turca TRT, transcriptas por su página de Internet, Alí Agca aseguró que "la orden de disparar al Papa fue dada por Agostino Casaroli", secretario de Estado del Vaticano entre 1979 y 1990, a quien describió como el "número dos del Vaticano" y la persona "más próxima al Pontífice".
El atentado, prosiguió, fue planificado por un tal "padre Michele" y por otra persona de "los servicios de Inteligencia del Vaticano". "Los vi varias veces y estuvimos juntos también en la Plaza de San Pedro para preparar el atentado", aseguró. El arma utilizada, precisó, había procedido de Austria y los organizadores le pagaron 50.000 dólares de recompensa.
"Michele me garantizó que después de dos años de prisión sería liberado", añadió Agca, quien recuperó la libertad el pasado 18 de enero después de permanecer casi treinta años en la cárcel. Asimismo, aseguró en su entrevista que la intención no era matar al Papa, sino únicamente herirlo, para confirmar "uno de los misterios de Fátima".
El imperio soviético

El objetivo de este atentado, según Agca, era conseguir "el hundimiento el imperio soviético". "Después del atentado, la hostilidad contra la Unión Soviética aumentó y todo se desarrolló como ellos deseaban", explicó.
Según el turco, en el atentado no estuvieron implicadas ni la central de inteligencia estadounidense (CIA) ni los servicios secretos soviéticos (KGB), y la llamada 'pista búlgara' fue un simple invento para despistar a los investigadores y para perjudicar a la URSS.
El atentado fue perpetrado el 13 de mayo de 1981 y Alí Agca fue condenado a cadena perpetua en julio del mismo año. En diciembre de 1983, fue visitado en la cárcel y perdonado por el propio Juan Pablo II. Durante esa entrevista, aseguró Alí Agca a TRT, el Pontífice no le preguntó "nada" sobre el atentado "porque sabía muy bien" que la orden había procedido del Vaticano.
Alí Agca, de 52 años (23 años cuando cometió el atentado), fue indultado en junio de 2000 por el entonces presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, pero fue inmediatamente extraditado a Turquía, donde cumplió una condena de diez años de cárcel por el asesinato de un periodista turco y por robo a mano armada.
A la salida de la prisión se proclamó el "eterno Mesías", anunció su intención de escribir "la Biblia perfecta" y proclamó que el fin del mundo estaba próximo y que "todos los seres humanos" morirían antes de que concluyese el actual siglo.

Alí Agca no es creíble

Primero fue el KGB, después se siguió la "pista búlgara", más tarde la CIA... No faltaba nadie en el atentado contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. ¿O sí? Ahora su autor, el turco Alí Agca, ha llevado a cabo un nuevo salto mortal con tirabuzón, y en una entrevista a la televisión turca asegura, sin ánimo de duda, que los instigadores del atentado fueron... ¡cardenales del Vaticano! 
Ni más ni menos que el entonces Secretario de Estado Vaticano -y uno de los padres de la diplomacia vaticana moderna-, Agostino Casaroli, fue quien le encargó disparar contar Wojtyla en la plaza de San Pedro. Incluso, apunta Agca, un sacerdote, el "padre Michelle", lo acompañó a pasear por la plaza para encontrar el mejor lugar desde donde perpetrar el magnicidio. Una conspiración que, según relata, ¡conocía el mismo Papa!, pues cuando lo visitó en la cárcel nunca le preguntó por la autoría del atentado. 
Las acusaciones de Alí Agca se contestan por sí solas, y cada vez más el turco aparece como un loco que actuó en solitario... y que cuenta con un excelente don de gentes para conseguir que, 29 años después, con su víctima ya fallecida y fuera de la cárcel, cualquiera de sus exabruptos sigan teniendo el eco de toda la prensa internacional. Algo mal tenemos que estar haciendo. 

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