Protegerse del sol es el principal ítem que requiere la salud. Y en tiempos de exposición, los protectores se convierten en los mejores aliados. Resguardar pelo y piel con productos específicos y con accesorios que ayuden es el requisito básico que recomiendan los dermatólogos.

Para esto, hay algunas novedades. Por un lado aparecieron nuevas texturas que se adaptan a cada tipo de piel.

"Ya no hay excusas para no usar protector. Hoy vienen en crema, geles, emulsiones y spray. Y hasta para las que no les gusta verse pálidas también hay protectores con color", asegura la dermatóloga Rosi Flom. Por otro lado, también se le sumaron componentes que ayudan a reparar la piel.

"Hoy las fórmulas de muchos protectores traen antioxidantes y esto hace que tengan doble efecto. Además de proteger la piel la van reparando del daño que ocasionan los rayos UV", agrega el dermatólogo Ricardo Galimberti, jefe de Dermatología del Hospital Italiano, en Buenos Aires.

Como un guardavidas

Los que buscan un cuidado extra pueden adicionar la aplicación de cremas y serums con Vitamina C y consumir antioxidantes y té verde por vía oral. "Son básicos para devolverle la elasticidad y la luminosidad que el sol le quita a la piel", dice el dermatólogo Alejandro Cordero, jefe del Servicio de Dermocosmiatría del Hospital de Clínicas.

Lo principal en un protector es que sea de "amplio espectro" es decir que cubra de ambos rayos UVB y UVA. Lo mínimo es usar SPF 15 pero cuanto más clara sea la piel más alta deberá ser la protección. Lo indispensable es aplicar el producto media hora antes de ir al sol.

¿Los errores más comunes que se cometen?

Creer que el protector que se aplica a la mañana va a cubrir durante todo el día.

Se aconseja renovarlo a cada hora. También suele ser perjudicial exponerse al sol con perfume porque provoca manchas. Quizá no necesariamente la persona se lo aplicó antes de ir a la playa pero tal vez se lo colocó la noche anterior y no se bañó, entonces le queda en la piel .

Para mirar el reloj

A la hora de exponerse al sol hay que cuidar mucho el horario. Y para esto la manera más práctica y sencilla es medir la sombra del cuerpo. Cuando la sombra que refleja el cuerpo es muy corta es el momento más peligroso para exponerse.

En cambio, cuando es más larga que el cuerpo es el momento ideal porque el sol está más lejos. También hay que tener en cuenta que el sol penetra a través de la ropa. ¿La última innovación? Son los enjuagues de ropa con protección UV.

Después de lavarse las prendas se enjuagan con este producto y quedan protegida ante la exposición. Todavía no llegó a la Argentina pero ya se vende en EE. UU.

A no insolarse

Aquí, una lista de hábitos sanos frente al sol, que detallan especialistas.

1- Elija y busque la sombra: debajo de un árbol, techo, sombrilla o carpa.

2- Use ropa y accesorios adecuados para protegerse: gorro o sombrero de ala ancha, ropa de trama apretada (con mangas), anteojos de sol con filtros UV (para radiación ultravioleta).

3- Aplique abundante cantidad de protector solar, de amplio espectro (que proteja contra UVB-UVA), con factor de protección solar 15 o mayor; para pieles muy sensibles (muy claras, que siempre enrojecen y nunca se broncean) o exposiciones solares intensas o en la altura, el FPS mínimo recomendado es 30. Cubra toda la piel expuesta.

La aplicación debe ser previa de la exposición (alrededor de 30 minutos antes) y renovarla cada 2 horas

4- No exponer al sol, sea en forma directa o indirecta, a los niños menores de 1 año. Ante exposiciones ocasionales, a partir de los 6 meses de vida se pueden emplear protectores solares.

5- Evite la exposición directa al sol de 10 a 16, cuando los rayos ultravioleta son más intensos.

6- Recuerde que las nubes dejan pasar el sol. La arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y aumentan su acción.

7- Sepa que existen medicamentos que pueden ocasionar reacciones en la piel ante la exposición solar. Pregúntele a su médico.