Quedó inaugurado ayer el Primer Congreso Internacional sobre Abuso, Trata y Tráfico en Infantes, Adolescencia y Juventud, que durante tres días sesionará en Buenos Aires. Las jornadas se presentan como una instancia de debate y reflexión entre especialistas de distintas disciplinas, para aportar enfoques variados sobre la problemática.
Entre los temas en discusión se destacan el abuso y la trata de personas con fines sexuales, uno de los flagelos más extendidos en el mundo.

A su turno, la jueza Carmen Argibay buscó contextualizar la problemática en términos sociales y culturales, destacando la responsabilidad de toda la comunidad en el combate del delito de trata. "No miremos para el costado", repitió varias veces.
La ministra pidió no culpabilizar a la víctima y pasar a incriminar directamente al cliente, poniéndolo a la par del tratante: "El cliente es cómplice del proxeneta o, lo que es peor, hace abandono de persona, porque no hace nada frente a la situación de la víctima indefensa".
Argibay habló claro y sin vueltas, y como jueza de la Corte Suprema no dudó en criticar al propio Poder Judicial. "Hasta el año pasado nomás, hemos tenido en los tribunales sentencias a mi parecer atroces", dijo refiriéndose a algunos jueces que toman la prostitución como una elección, ahogando cualquier posibilidad de rescate de la víctima y fallando según el concepto de 'consentimiento', que para la ministra no existe cuando la coacción, en sus diferentes formas, opera sobre las víctimas.
El Congreso continuará hoy y cerrará el viernes.