El Evangelio comenzó a sembrarse en estas tierras hace más de 400 años. El hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle, más o menos en 1620, marcó a los catamarqueños en su ser eclesial y social.
En el curso de estos cuatro siglos, diversos Institutos de vida consagrada prestaron sus servicios a nuestra comunidad, dejando huellas de su presencia o de su paso orante y obrante por nuestro suelo. De entre nosotros surgieron prelados de la Iglesia como Gabriel Segura, Obispo de Paraná; Buenaventura Rizzo Patrón, Obispo de Salta; Fray José Wenceslao Achával, Obispo de Cuyo; el gran Fray Mamerto Esquiú, Obispo de Córdoba; Agustín Herrera, obispo de 9 de Julio (Buenos Aires) y luego de San Francisco (Córdoba); Gerardo Sueldo, obispo de Orán (Salta) y luego de Santiago del Estero y Mario Cargnello, obispo de Orán y luego arzobispo de Salta.

Iglesia Particular

Con el paso de los siglos la religiosidad de nuestro pueblo fue creciendo y nuestra comunidad fue logrando, paulatinamente, mayores grados de organización, alcanzando la edad madura necesaria para ser reconocida y erigida como una Iglesia Particular en el contexto de las hermanas Iglesias Particulares, en el seno de la Iglesia Católica. Esta realidad se convirtió en pública petición al Sumo Pontífice expresada por el Congreso de la Nación por Ley Nº 6.771 promulgada el 4 de octubre de 1909. El 05 de febrero de 1910 y mediante la Bula “Sollicitudine”el Papa San Pío X respondió creando la Diócesis de Catamarca. Esta decisión Pontificia implicaba que el Santuario de la Virgen del Valle pasaba a ser también cátedra del Obispo, obteniendo la condición eclesiástica de Iglesia Catedral.

Obispos de la Diócesis

Mons. Luis Urbanc es el octavo obispo de la Diócesis. Los siete anteriores fueron:
1) Mons. Bernabé Piedrabuena; 2) Mons. Inocencio Dávila y Matos; 3) Mons. Vicente Peira; 4) Mons. Carlos Hanlon; 5) Mons. Adolfo Tortolo 6) Mons. Pedro Alfonso Torres Farías y 7) Mons. Elmer Miani, actual obispo emérito de la Diócesis.
En nuestro paisaje de valles y montañas, cubierto desde el principio por el piadoso y maternal manto de la Virgen del Valle, miles de varones y mujeres, discípulos y misioneros de Jesucristo fueron recorriendo estos cien años de vida diocesana, dando vida, color, calor y contenido a esta característica porción del Pueblo de Dios que es la Iglesia Particular de Catamarca.

Oración del Centenario

Dios y Padre nuestro, Impulsados por tu Espíritu hemos llegado a nuestro Centenario, jubiloso encuentro con Jesucristo, tu amado Hjo y nuestro Señor. Por Él, con Él y en Él, te bendecimos y te damos gracias, por el regalo de la fe cristiana, por el anuncio continuo del Evangelio y por la maternal presencia de la Virgen del Valle. Por Él, con Él y en Él, imploramos que perdones, nuestras dudas y nuestros miedos, nuestras infidelidades y nuestras indolencias. Por Él, con Él y en Él, te suplicamos que renueves nuestra condición de “discípulos-misioneros”, nuestro original “rostro mariano” y nuestro “compromiso con el bien común”. Que esta Iglesia centenaria dé nuevo vigor a la patria bicentenaria, y que la gracia y la alegría de nuestra Iglesia sea una esperanza para toda la nación. En la maternal compañía de la Virgen del Valle, te lo pedimos, Padre, por tu Hijo Jesucristo que contigo vive y reina, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.