Aborto

Hay sociedades que se arrepienten profundamente

viernes, 20 de agosto de 2010 00:00
viernes, 20 de agosto de 2010 00:00

Durante la conferencia de prensa el Legado Papal narró cómo lo tomó por sorpresa el haber sido elegido por el Papa para representarlo y su alegría de llegar a una Diócesis en la que encontró una gran devoción mariana. Luego fue consultado acerca de varios temas. Entre ellos, se le preguntó sobre la legalización del aborto, que el Parlamento argentino se apresta a debatir.
“Creo que es un error muy grave. Es cierto que en muchos países comienzan a legalizarlo. Y por lo tanto es cierto que puede producirse un contagio de un país con otro. Y no faltan ayudas internacionales que condicionan un cambio de legislación de un país” comenzó respondiendo el legado papal, al ser consultado sobre el tema.
“La posición de la Iglesia es absolutamente clara. El Papa Juan Pablo II básicamente hace como la proclamación de un dogma de Fe. ‘Después de consultar a los obispos del mundo entero, después de ver la tradición secular de la Iglesia, yo, con mi autoridad de sucesor de Pedro, declaro que toda intervención directa para interrumpir el embarazo de un niño que viene en camino, es un delito, es un acto criminal’. No recuerdo las palabras exactas, pero de todo el Magisterio de Juan Pablo II yo casi no conozco una declaración tan formal”, continuó respondiendo.

No matarás
“En el fondo uno está ante la pregunta, ¿es el ser humano dueño de la vida de otro o no? ¿Tiene alguien derecho de decir esta vida merece ser vivida y merece prosperar, y ésta no lo merece? Se comienza por algo pequeño y se termina con cualquier aberración. Se puede terminar en los campos de exterminio. Se ha roto el principio de que la vida está en manos de Dios y que solamente Dios puede decir cuándo parte de este mundo. Si se rompe este precepto básico puede acabar en cualquier aberración. De manera que yo me uno a la oración de ustedes para que esto no ocurra. En el Parlamento de Chile de vez en cuando aparece algún prójimo, pero es grave”. “Moisés, al terminar su vida, le dijo al pueblo israelita: hay dos caminos. Existe el camino de la vida y de la felicidad. Existe el camino de la muerte y la desgracia. Si quieres tener vida y felicidad, acoge los mandamientos de Dios, ama a Dios con todo el corazón y con toda el alma y cumple sus mandamientos. No matarás. Clarísimo.
Camino de vida y felicidad. Y hay gente que nos quiere convencer de que hacer exactamente lo contrario de lo que Dios nos propuso como camino de vida y felicidad, pueda conducir a la felicidad. Hay sociedades que se arrepienten profundamente por los errores cometidos en el campo de la vida”

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