Religiosas

Emotivas celebraciones de despedida

En el Predio Ferial.
sábado, 21 de agosto de 2010 00:00
sábado, 21 de agosto de 2010 00:00

En horas de la tarde, tuvo lugar la Celebración del Sacramento de la Reconciliación.
En el marco del Año Jubilar, se propuso a los presentes ganar indulgencias.
Se recordó entonces que las indulgencias son uno de los elementos constitutivos del Jubileo Diocesano. En ellas se manifiesta la plenitud de la misericordia del Padre, que sale al encuentro de todos con su amor, manifestado en primer lugar, con el perdón de las culpas.
Al celebrar el Sacramento de la Reconciliación se invitó a los presentes a aprovechar esos momentos para volver a la amistad con Dios y con la Iglesia.
Para que cada uno de los presentes de acerque al Sacramento, se les recordó tener presentes estos pasos: 1) El hijo pródigo examina su conciencia; 2) Se arrepiente; 3) Hace propósito de volver al Padre; 4) Vuelve y pide perdón y 5) Repara con buenas obras sus pecados. Es decir, reflexiona, se arrepiente, se corrige, se acusa y repara las faltas cometidas.
Concluido este momento, todos se dispusieron a participar del Banquete Eucarístico.

Misa de despedida

Con el canto “Pueblo de Reyes” dio comienzo la celebración en la sala mayor del Predio Ferial. Presidió la ceremonia religiosa el Legado Pontificio, Cardenal Francisco Javier Errásuris Ossa, acompañado por los prelados de Catamarca y de la Región y sacerdotes de toda la diócesis.
Las lecturas del libro de Isaías, el canto del salmo 116 y la lectura de la carta a los Hebreos, prepararon a los presentes para la proclamación del Evangelio de Lucas, en el que se narra la pregunta hecha por una persona a Jesús: “¿es verdad que son pocos los que se salvan?” a lo que el Maestro respondió: “Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán...”
Con la unción que puso de manifiesto en los días que visitó Catamarca en representación de Benedicto XVI, el cardenal chileno explicó la Palabra de Dios.
Continuó la celebración con el ofertorio y los cantos “Te ofrecemos Padre Nuestro” y la “Zamba del grano de trigo”.
Ya reconciliados, todos participaron de la Comunión cantando “Danos siempre de este Pan” y otros cantos.
Tras la bendición concluyó la Santa Misa y comenzó a organizarse la peregrinación de antorchas hasta el Santuario Catedral de Nuestra Señora del Valle.
Allí tuvo lugar el cierre de estos actos centrales del Centenario, con la entrega de la Rosa de Oro y las palabras de agradecimiento y despedida.
Folkloristas de Catamarca ofrecieron, por último, la Cantata a la Diócesis por sus Cien Años.

El Año Jubilar sigue

El año Jubilar que comenzó el 8 de diciembre de 2009 concluirá en la misma fecha de este año. Hasta entonces otros encuentros están previstos.
Pero los vividos entre el jueves y ayer sábado, fueron los actos centrales que quedarán grabados en la historia de la Iglesia y de Catamarca.

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