“Este infierno me está matando. Trato de ser fuerte, pero cuando duermo de repente sueño que estamos en un asado y cuando despierto me encuentro en esta oscuridad eterna, que cada día te desgasta”, dice Víctor Segovia Rojas, uno de los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte de Chile desde el 5 de agosto.
La misiva, dirigada a un familiar de Segovia, es una de las cuatro cartas que envió, en donde relata sus vivencias bajo tierra.
Ante los ojos de todo el mundo, la situación de los trabajadores mineros pareciera asemejarse a un infierno, sin embargo las autoridades chilenas aseguraron ayer que se produjo una “recuperación evidente” de los problemas psicológicos que sufrían algunos de ellos. Horas antes el ministro de Salud de ese país, Jaime Mañalich, había declarado que 5 de los 33 obreros mostraban síntomas de depresión, después de observar al detalle el video de 45 minutos que los trabajadores enviaron la noche del jueves desde las entrañas de la mina.
“Están más aislados, no quieren aparecer en pantalla, no se están alimentando bien. Yo diría que depresión es la palabra correcta”, dijo el viernes el ministro. Pero la situación parece haber cambiado ayer, como consecuencia de la buena alimentación y las noticias que han recibido de sus familiares desde el exterior, manifestó y destacó el “carácter extraordinario” de los mineros para afrontar el accidente, y calificó como “crucial” el nivel de organización que han desarrollado en el interior del yacimiento.

Tiempo de rescate
Varios medios chilenos habían señalado que el tiempo de rescate podría acortarse de cuatro a dos meses. Sin embargo, ayer el Ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, fue contundente al señalar que el plazo que se baraja para el rescate sigue siendo de entre tres y cuatro meses.
“La información es sumamente clara, el plazo que se ha establecido, yo lo he revisado estos dos días con los técnicos, es entre tres y cuatro meses”, indicó Golborne.
El plan del ingeniero a cargo de las labores de rescate, André Sougarret, contempla una perforación vertical en forma de chimenea hasta los 700 metros de profundidad, donde se encuentra el refugio.
Según trascendió, el presidente de Chile habría presionado para que los tiempos de rescate se acorten, pudiendo ser liberados el 18 de septiembre, bicentenario de Chile.
“El presidente Piñera nos ha encargado que tratemos de buscar alternativas más rápidas, hemos revisado 10 opciones distintas que están siendo evaluadas por técnicos de ENAP (Empresa Nacional de Petróleo) y de Codelco, y hasta este minuto no hay ninguna alternativa, como dice la información de prensa, que permita sacarlos en 30 días”, agregó Golborne.

La humedad, un obstáculo

La humedad se convierte en el mayor agente de riesgo para la salud de los 33 atrapados. Destrucción de músculos, infecciones pulmonares y compromiso de la función renal son parte de las consecuencias que deja en los organismos el gran volumen de agua acumulada en la zona de seguridad por los sondajes. El equipo que trabaja en el rescate que fue denominado “Operativo San Lorenzo”, señaló los inconvenientes que está generando la alta humedad en el interior del túnel (95%), desplazando los problemas de desnutrición aguda y deshidratación.
En los últimos días se ha acumulado una gran cantidad de agua en la zona que ocupa el grupo, por las perforaciones que realizaron las máquinas con el sistema diamantina.
El barro y la concentración de humedad son propicios para el cultivo de gérmenes, provocando en dos de los trabajadores piodermitis (escamación), que han sido tratadas con medicamentos y cremas. Se ha elaborado un protocolo de atención en el que hay exámenes y luego el envío de cremas y medicamentos específicos.

Mineros: En los ojos del Mundo

Esteban Rojas Carrillo: Preocupa a su familia su estado de ánimo y condición de hipertenso. El día del accidente no le correspondía trabajar, pero tuvo que devolver un día que faltó para ir al funeral de su tío.

Claudio Yáñez Lagos: Envió un sentido mensaje a sus parientes, quienes estiman que ha perdido unos 10 kilos de peso. Es un fanático del rock progresivo y en sus ratos libres juega fútbol y realiza trabajos comunitarios.

Franklin Lobos Ramírez: El más conocido de los 33 mineros atrapados al momento del derrumbe por su condición de ex futbolista de Cobresal. Es uno de los de menor experiencia en las faenas mineras, ya que él transportaba a los trabajadores desde el fondo del pique a la superficie.

Víctor Segovia Rojas: Es un experto perforador, pero sus parientes están preocupados por su baja de peso y estado anímico, ya que lo vieron “muy demacrado y triste”. Además, siempre hablaba de las minas subterráneas como el “matadero humano”.