El grupo de ocho ordenanzas encadenadas frente Casa de Gobierno cumplieron un mes de protesta, y aún espera respuesta oficial. Las manifestantes tomaron la decisión de encadenarse para ser absorbidas por el Estado o ser pasadas a un contrato de servicio, ya que por el trabajo que realizan sólo perciben un plan provincial de 150 pesos.
Natalia González, una de las manifestantes, indicó que seguirán con la protesta ya que el ministro de Educación Mario Perna, con quien mantuvieron diálogo, no les puede dar respuesta.
“Estamos esperando que nos reciba el gobernador para que nos diga cómo vamos a vivir trabajando y cobrando 150 pesos de un plan provincial”, sostuvo.
Las mujeres afirmaron que paralelamente a la protesta continúan cumpliendo sus horas de servicio en las escuelas en donde se desempeñan como ordenanzas. En el lugar también están encadenadas dos mujeres que cumplen tareas administrativas.
Durante los 30 días de la medida, las mujeres se organizaron para no abandonar su reclamo. Cuatro del grupo se quedan por noche en una carpa que instalaron. A través de donaciones y pedidos almuerzan todos los días en el lugar. Pasan sus horas sentadas con cadenas entrelazadas en las cinturas. Para concurrir a trabajar a las escuelas también se turnan y sólo lo hacen media jornada.