Tal como informáramos en ediciones anteriores, la visita del secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, generó incidentes en Andalgalá.
María Bustamante, una víctima de esos incidentes que ocurrieron el martes, dialogó con radio Valle Viejo.
“Yo iba ingresando con mi hijo menor de edad y empezaron a tirarme cerquita bombas de estruendo. Eran hippies los que tiraban y me decían un montón de cosas. Son mentiras lo que ellos dicen que no agreden. Mi familia en general ha sido de las más afectadas porque ellos pasan por mi casa y dicen por megáfono que somos vende patria porque pensamos diferente. Se estaban inaugurando tres industrias: un lavadero de ropa, un lapidado de piedra y una bloquera. Se estaba generando trabajo para la gente.
Yo no entiendo. Ellos dicen no a la violencia pero es fanatismo de ellos".

"Yo estaba sacando fotos después porque la gente de potrero ya se tenía que ir porque le fueron a agredir y me tiraron una pedrada en el estómago.  Estaba sacada la gente, agresiva. No solo la apedreaban, también las cosas que le decían.
También a los efectivos policiales le rompieron los uniformes cuando querían ingresar, le tiraba con la manguera un vecino de ahí cerca, tiraban pedradas hacia el techo, hacia el portón.
No les importa si es que hay familias, si hay niños. Ellos dicen no a la violencia pero eso es mentira. Si Ud. no piensa igual que ellos seguramente lo agreden cada vez que hay movilización.
Son docentes, profesores, que seguramente en algún momento le van a enseñar a mi hijo o a hijos de cualquier otra familia. Dicen palabras que no puedo decir ahora. Pienso que hay maneras y maneras de reclamar.
Eran aproximadamente 60 personas entre hippies y gente de Andalgalá.
Ahora estoy yendo a hacer la denuncia. Tengo identificada a la mujer que me tiró la pedrada. Es una mujer, una chica joven, casi vecina mía.
Yo lo que quiero que a los que pensamos diferente que hagan de cuenta que no existimos, como le dije una vez personalmente al señor Angel Flores, que era una de las personas que agredía a mi marido. Le dije “si ustedes tienen la razón, buenisimo que defiendan el agua pero no agredan a las personas que no piensan igual que ellos, que aprendan a respetar.
Lo que hacen es generar miedo”.