Un fenómeno en plena expansión

Atribuyen a “La Niña” las lluvias torrenciales que afectan al planeta

lunes, 17 de enero de 2011 00:00
lunes, 17 de enero de 2011 00:00

El fenómeno de La Niña, que está en plena expansión, es la causa de la serie de graves lluvias e inundaciones que provocaron cientos de muertes y desplazados desde Brasil hasta Australia.
Junto al fenómeno de El Niño, la que sería su compañera femenina, La Niña, forma parte del sistema de regulación del calor en el océano Pacífico ecuatorial, que se regula por diferencia de presión, más marcada en el segundo caso.
Esa diferencia de presión genera los vientos alisios, que soplan de este a oeste sobre la superficie del Pacífico ecuatorial apilando las aguas cálidas en el occidente.
Las aguas profundas y más frías emergen entonces en el este, para reemplazar a las cálidas.
“Pronosticamos con meses de anticipación que el fenómeno iba a ser más intenso, pero lo que no podíamos saber es que, por ejemplo, se iba a romper a diario el récord de agua caída en Australia”, dijo a BBC Mundo el meteorólogo de la Universidad de Reading, en el Reino Unido, Nicholas Klingman.
Los especialistas atribuyen a La Niña el desastre climático que asoló la ciudad australiana de Brisbane, la tercera del país, que inundó unos 850.000 kilómetros cuadrados en ese país, área equivalente a la de Francia y Alemania juntas.
Los daños materiales fueron valuados en más de 10 mil millones de dólares, un costo aún mayor al producido por el huracán “Katrina”, que destruyó gran parte de la ciudad de Nueva Orleans, en el sur de los Estados Unidos.
Hasta el momento, más de una decena de muertos y 200 mil damnificados fue el saldo de las torrenciales lluvias que azotaron la región, que venía de una década de sequía persistente.
Las autoridades australianas decretaron una alarma por inundación en el sureste del país y en la ciudad de Horsham, situada entre Mel-bourne y Adelaida, donde el río Cimera amenaza con salirse de su cauce al alcanzar su nivel más alto de los últimos 100 años.
En tanto, al norte de Australia, en Filipinas, 40 personas murieron por las inundaciones que han afectado en las últimas dos semanas a casi un millón de personas en el este y sur del archipiélago.
En Sri Lanka, un millón de personas resultó afectada por profusas precipitaciones.
Otra de las consecuencias fue el incremento de los precios internacionales de los alimentos, que alcanzaron un récord según informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), publicado a principios de enero.
Apenas dos meses después de que terminara el fenómeno de El Niño, en mayo del año pasado, La Niña irrumpió con la mayor potencia de los últimos 50 años.
América Latina no fue inmune a los efectos, como lo demuestra la tragedia que azota a la región serrana del estado de Río de Janeiro, donde 642 personas murieron como consecuencia de las torrenciales lluvias y aludes de lodo.
Colombia y Venezuela también fueron víctimas de La Niña, y al igual que en Brasil, además de las pérdidas humanas, el fenómeno afectó a una de las zonas más ricas en la producción de materias primas, como el café.
En Panamá, es la primera vez que se cierra el Canal en más de dos décadas, luego de que las sostenidas precipitaciones desbordaran lagos aledaños, los que fluyeron hasta la conocida ruta naviera que permite el flujo del 5% del comercio mundial.
En tanto, México fue testigo también de la furia meteorológica, con un saldo de 130 muertos, y Guatemala perdió a 163 personas.
Todas estas fuertes lluvias serían producto de las fuertes fluctuaciones climáticas en el Océano Atlántico y ahora el objetivo de los científicos está puesto en la relación que existiría entre el fenómeno de La Niña y el Cambio Climático, lo que presumen, incrementaría los eventos climáticos extremos.
 

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