Por los daños que causan las precipitaciones en toda la provincia, los organismos de asistencia trabajan intensamente. Las fuertes lluvias comenzaron el miércoles por la noche en algunos departamentos, mientras que desde ayer se complicó la situación en innumerables localidades. Desde Defensa Civil indicaron que se trabaja en coordinación con los municipios, Salud y Desarrollo Social, por lo que en este temporal desatado “la situación está controlada”.
Las poblaciones más afectadas pertenecen a los departamentos Andalgalá, Tinogasta, Belén, Santa María, Pomán y Capital. Ante los serios inconvenientes en todo el departamento Andalgalá, el intendente José Perea declaró estado de emergencia por la gran cantidad de agua caída que dejó cientos de familias damnificadas.
La tradicional familia Uribio padeció la caída del techo de su vivienda. Aún así, en su desesperación, se negaban a abandonar el domicilio, por lo que fueron retirados por bomberos y policías para evitar problemas mayores. También hubo daños serios en las casas de las familias Chayle y Cecenarro.
En los relevamientos realizados se conoció que tuvieron que asistir a una veintena de familias, evacuar a otro tanto y brindar asistencia a muchos pobladores de distritos alejados de la ciudad, como en Huachaschi y Huaco, zonas inundadas por la crecida del arroyo de la zona.
Desde Defensa Civil indicaron que por el estado metereológico se intervino con todos los elementos necesarios, de modo que a pesar de lo sucedido la situación está controlada.
En Tinogasta las fuertes lluvias también provocaron daños, por lo que delegados de los organismos pertinentes trabajan en la zona, sobre todo los del municipio, ya que las calles quedaron anegadas. Hasta la noche de ayer la caída de agua continuaba en Belén y Pomán, por lo que se realizaban relevamientos de los distritos más humildes de los departamentos.
Mientras tanto, en Santa María la asistencia ya se está brindando, teniendo en cuenta que las lluvias comenzaron el martes por la noche.
En el departamento Capital se asistió a más de diez familias. En medio de la lluvia, Defensa Civil se presentó en los barrios Monte Cristo y Banda de Varela.
Por las lluvias, las paredes del arroyo La Florida de la Capital cedieron, lo que causó preocupación en los vecinos que alertaron a Defensa Civil.
La situación derivó en amplios apagones e interrupción del suministro de agua potable.
Los daños más severos se registraron entre San Martín y Capayán, en donde se cayeron numerosos postes de energía, lo que dejó sin servicio a todas las zonas aledañas.