Cada vez la situación de los vecinos del distrito de Fiambalá se torna mas difícil producto de las incesantes lluvias que desde el pasado 23 enero aún no cesan.

Localidades aisladas, falta de energía eléctrica, agua potable, casas en muy mal estado, crecida y desbordes de ríos, perdida de producción, caminos cortados, sin asistencia sanitaria, escuelas cerradas, son algunas de las consecuencias que atraviesa el distrito de Fiambalá que soporta una inusual temporada de lluvia que no tiene antecedente en los últimos diez años. La pasada semana el municipio local declaró emergencia climatológica en todo el distrito y a diario atiende las necesidades de las mas de 5.000 personas de la zona norte que se ven afectadas por las lluvias. “el gobierno provincial nos esta ayudando, pero la situación es afligente, nos esta desbordando, hay localidades como Las Papas y Rio grande que están incomunicadas desde hace varias semanas, el trazado de los caminos en algunos casos se borró por completo por las lluvias, mientras no termine esta temporada no podremos dar una solución definitiva para ellos, arreglamos a la mañana y a la tarde-noche llueve, crecen los arroyos y ríos y destroza todo lo que se hizo, los asistiremos enviando lo que se pueda a lomo de mula y burro, como era antes de que le hicimos los caminos” expresó el intendente Amado Quintar.

Por su parte Jaime Caro delegado de la localidad de las Papas describió la difícil situación de los casi 90 habitantes de esa localidad “desde el pasado 23 de enero que no vimos el sol de nuevo, llueve mucho y esta todo un barro, además el camino de acceso es por dentro del rio, es la única quebrada por la que pueden llegar los vehículos, el caudal es importante inclusive cuando pasa la crecida, la mayoría de los vecinos prepara sus alimentos a fuego y al estar mojada la leña se complica, además varios productos ya escasean, por desabastecimiento, la escuela no fue abierta todavía por que los maestros no pueden llagar, varias casas de adobes están muy deterioradas con peligro de derrumbe, la humedad es mucha y por las noche es muy frio, los niños son los que mas sufren, no pueden salir a fuera por que todo es un barro, los calzados y ropa no se secan porque no hay sol, es muy triste lo que esta pasando hace muchos años que no llovía como ahora” relató el delegado.

El personal de defensa civil del municipio local ya rescató a dos vecinos que viven en plena cordillera de San Buenaventura, una Sra. Mayor de edad con un cuadro de deshidratación, por diarrea provocado por el consumo de agua no apta y el lunes por la noche un vecino de la localidad de Mesada de Zárate que tuvo graves problemas de columna, que fue trasladado por vecinos en angarilla por mas de 10km. En la que se tuvo que superar ríos muy caudalosos, el móvil no pudo llegar hasta la misma localidad por las crecidas.

Mientras se aproxima la fecha de inicio del ciclo lectivo para el 28 de febrero alrededor de nueve escuelas aun no fueron abiertas, los directivos y docentes no pudieron arribar, los ríos crecidos y caminos anegados lo impidieron.