Cuatro personas descompensadas por la huelga de hambre
La policía intenta resolver el conflicto con los usurpadores
El comisario Héctor Nieto, de Santa Rosa -Valle Viejo-, recibió a un grupo de voceros del barrio 115 viviendas usurpado, y se comprometió a intercerder ante la empresa constructura y el IPV.
Debido al tiempo de protesta y a la huelga de hambre que iniciaron los usurpadores de las viviendas del IPV sin terminar, en Santa Rosa, Valle Viejo, la policÃa de la localidad se mostró comprometida ayer con los manifestantes. Pasado el mediodÃa, el comisario Héctor Nieto calmó a los usurpadores, ya que algunos de ellos ayer se descompensaron ante la huelga de hambre que mantienen desde hace cuatro dÃas.
Durante la tensa protesta, el comisario Héctor Nieto aseguró que hará todo lo posible para que se llegue a una solución, y explicó que desea una reunión entre las partes involucradas, que se harÃa hoy o la próxima semana, de acuerdo con la agenda del administrador del IPV Eduardo Brizuela del Moral (hijo).
“Hemos decidido interceder porque esta protesta debe terminar, la gente ya comenzó con problemas serios y no queremos que esto pase a mayores. Dada la situación hemos explicado a la gente que esta obra no está terminada. Lo que a mà me explicaron, es que ellos deben acceder a cierta propuesta del IPV porque es la empresa la que debe entregar estas casas al IPV y una vez que ellos las tengan, podrán darle una solución a esta gente†remarcó.
Luego manifestó que la gente comenzó a ceder y a comprender la situación, pero para que ellos tengan tranquilidad, “vamos a reunirnos con el administrador, miembros de la empresa y la policÃa para que entre todos se llegue a una acuerdoâ€, indicó el comisario.
Mientras tanto, las 22 familias usurpadoras se resisten al desalojo con la amenaza de ahorcarse y prenderse fuego.
A varios dÃas de comenzar la protesta, algunas mujeres continúan en los techos de las casas tomadas con sogas en el cuello, garrafas y bidones de nafta.
A pesar de la propuesta de diálogo del comisario, muchas mujeres están firmes en su idea de no abandonar la casa.
Esto se supo cuando aseguraron que lo único que aceptarán es quedarse con esas casas en esas condiciones, porque aducen que si salen no serán ellos los beneficiarios.
“Nosotros queremos las casas y darles un techo a nuestros hijos, vamos a escuchar, pero no una propuesta mentirosa que nos deje en la calle de nuevo; somos 22 familias que no tenemos dónde vivir, asà que si nos van a sacar que luego nos las adjudiquen a nosotros, porque queremos pagarlas como dice la ley, no queremos regalos†indicó una ocupante.