Ante la falta de mano de obra para la cocecha olivícola, Luis Arata, presidente de la Asociación Olivícola Argentina, productor y miembro de ASOLCAT, afirmó que en realidad la gente que está dispuesta a realizar este tipo de tarea no quiere perder la asignación universal y eso los aleja de la cosecha.

"Cuando se le da de alta al cosechero en la empresa, el Estado le suspende la asignación y él cobra recién dentro de un mes, entonces está un mes sin cobrar. Y cuando se le hace la liquidación final, al terminar la cosecha, el cosechero va a hacer el trámite para volver a cobrar la asignación y pierde otro mes”, manifestó Arata.

Además comentó que en el valle central están faltando por lo menos mil cosecheros y que en Pomán también hay otro faltante.

Por otra parte, en consultas informales, un cosechero afirmó que por día, “trabajando flojito se puede sacar $ 150 y si se trabaja un poco más de 8 horas se puede llegar a $ 190”.

Esta afirmación lleva a pensar que pierde sustento la razón que esgrimen los desocupados al no querer trabajar en la cosecha por temor a perder durante dos meses el beneficio de la asignación universal por hijo, y que las razones serían otras.