El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Catamarca (STIA), Ernesto Paz, confirmó el cierre de la planta deshidratadora La Nueva Esperanza, que se encuentra ubicada en la localidad de Nueva Coneta y que deja, en condición de despedidos, a un total de veinticinco operarios.
De acuerdo con lo explicado por el dirigente gremial, el cierre “es definitivo”, aunque en negociaciones que mantuvieron con las distintas partes involucradas, permitieron mejorar las condiciones indemnizatorias destinadas a la planta de personal.
En este sentido, Paz explicó que se acordó el pago del noventa por ciento de los montos indemnizatorios. El 50% por ciento en un monto, y el resto en cuotas. También se gestionarán los subsidios por fondo de desempleo. La mitad de los empleados de esta fábrica son mujeres.
“Es una lástima, porque se trata de una empresa que posee once años de antiguedad y deja a varias familias con la incertidumbre para el futuro, en cuanto a materia laboral”, sostuvo el dirigente, al tiempo que informó que “se plantearon diversas alternativas, pero lamentablemente la decisión de cerrar es definitiva. No hubo mucho por hacer, en ese sentido”.
La Nueva Esperanza consiste en una fábrica deshidratadora de perejil y espinaca, que, en sus épocas doradas, llegó a tener una planta que superó los ochenta operarios.
Cabe acotar que la empresa se ubica en el segundo lugar entre las empresas exportadoras de la provincia, ocupando Minera Alumbrera el primer lugar. La planta comercializaba su producción a terceros y diferentes firmas clientes que adquirían la producción al por mayor.