Obama advirtió a Kaddafi sobre una respuesta militar de la OTAN por la crisis en Libia

La Fuerza Aérea de Muammar Kaddafi mantuvo hoy frenado el avance a Trípoli de una revuelta armada iniciada hace casi tres semanas, en medio de nuevas advertencias de Estados Unidos de una posible acción militar y pedidos de los rebeldes a Occidente de eliminar la aviación del líder libio.
lunes, 7 de marzo de 2011 00:00
lunes, 7 de marzo de 2011 00:00

Los ataques aéreos se centraron por segunda jornada consecutiva en el puerto mediterráneo de Ras Lanuf, en el centro-este de la costa libia, un día después de una primera ola de bombardeos que logró frenar planes rebeldes de marchar sobre Sirte, la ciudad natal de Kaddafi, en su camino a Trípoli, bastión del líder libio.

En Washington, el presidente, Barack Obama, que exige la renuncia de Kaddafi, advirtió que Estados Unidos y la OTAN todavía evalúan una respuesta militar a la crisis en Libia y que el líder libio y su entorno serán considerados responsables de "cualquier violencia" que continúe en el país del norte de Africa.

Líderes del levantamiento contra Kaddafi se oponen a una campaña militar extranjera por tierra, pero hoy dijeron que se verán superados todo el tiempo por el poder de la aviación del gobierno y renovaron sus pedidos para que la ONU autorice una zona de exclusión aérea sobre Libia que los proteja de los bombardeos.

"No queremos tropas extranjeras, pero sí queremos una zona de exclusión aérea", dijo el combatiente rebelde Ali Suleiman en Bengazi, ciudad del este de Libia donde comenzó la insurrección y bastión central de los sublevados, que crearon allí una especie de gobierno paralelo llamado Consejo Nacional de Transición.

"Estamos todos esperando la exclusión aérea", señaló Suleiman, y agregó que los rebeldes pueden "enfrentarse a los cohetes y los tanques, pero no a la Fuerza Aérea de Kaddafi", informó la cadena de noticias CNN.

El levantamiento contra Kaddafi comenzó el 15 de febrero, pero el gobierno consiguió por ahora con intensos bombardeos detener el avance iniciado la semana pasada por los insurrectos, que controlan casi todo el Este, hacia el Oeste, donde están Sirte y Trípoli, bastión del líder libio.

Los rebeldes intentan ahora mantener sus rutas de aprovisionamiento de armas, municiones y alimentos, y dicen estar a la espera del arribo de refuerzos con lanzadores de cohetes, tanques y otras armas pesadas desde Bengazi.

Los principales centros urbanos de Libia quedan todos sobre la costa mediterránea a lo largo de la principal autopista este-oeste, y la puja por el control del país tiene a los rebeldes tratando de empujar el frente de los combates hacia el Oeste y al gobierno intentando, con ataques, frenarlo o hacerlo retroceder.

Mientras tanto, Estados Unidos impuso sanciones al gobierno libio y movilizó fuerzas navales frente a las costas de Libia para presionar a Kaddafi y reforzar así su exigencia de dimisión.

En una intervención ante periodistas en la Casa Blanca, Obama anunció que su gobierno enviará 15 millones de dólares más en ayuda humanitaria para Libia y dijo que Washington estará del lado del pueblo libio mientras enfrentan esta violencia "inaceptable", en alusión a la represión de una revuelta por parte de Kaddafi.

En relación a la zona de exclusión aérea que piden los rebeldes, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, subrayó la semana pasada que la medida, además de requerir aval de la ONU, debería ser precedida por ataques para eliminar la aviación de Kaddafi y llevaría semanas en organizarse.

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo hoy que la alianza atlántica "no tiene ninguna intención de intervenir en Libia" por ahora, pese a un intenso "planeamiento prudente" para "cualquier eventualidad".

No obstante, Rasmussen advirtió que el mundo no permanecerá impasible si sigue la represión.

"No puedo imaginarme a la comunidad internacional y a la ONU permaneciendo ociosos si el coronel Kaddafi y su régimen continúan atacando a su propio pueblo, sistemáticamente", señaló.

En París, fuentes diplomáticas dijeron hoy que Francia y el Reino Unido preparan una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea para presentarla ante el Consejo de Seguridad de la ONU, posiblemente esta misma semana, informó CNN.

El canciller británico, William Hague, dijo hoy por su parte que existe un "riesgo claro de un prolongado conflicto civil" en Libia y urgió a Kaddafi, en el poder hace 41 años, a renunciar y dejar lugar a un "gobierno que reconozca las aspiraciones del pueblo libio y sea más representativo y responsable".

Los múltiples bombardeos de hoy sobre Ras Lanuf ocurrieron por la mañana y la tarde por detrás de las líneas enemigas, pero ninguno alcanzó de lleno posiciones de los rebeldes, que respondían el fuego con proyectiles antiaéreos, informó CNN.

Una fuerza de 1000 rebeldes salida de Ras Lanuf en camino a Sirte fue detenida ayer en la vecina Bin Jawad por combatientes de Kaddafi que usaron helicópteros, tanques y artillería.

Bin Jawad se interpone entre Ras Lanuf y Sirte, un enorme escollo en el camino de los rebeldes a Trípoli cuya toma sería un enorme envión moral para los insurrectos.

Fuerzas pro-Kaddafi bombardearon también hoy con artillería Al Zawiya, 50 kilómetros al oeste de Trípoli y la ciudad en control rebelde más cercana a la capital, dijeron residentes.

Naciones Unidas dice que al menos 1000 personas murieron en el conflicto en Libia, según un cálculo que considera conservador.

La ONU pidió hoy reunir 160 millones de dólares para asistir a un millón de civiles que huyeron o huirán de Libia o se quedarán en el país.

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