Beatificaciones

sábado, 22 de diciembre de 2012 00:00
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José Gabriel del Rosario Brochero fue declarado beato por el Papa Benedicto XVI, con lo que se cumplió un largo anhelo de la feligresía católica de Córdoba y del país. Es la culminación del segundo paso hacia la santidad del sacerdote más popular de la vecina provincia. Nació en Santa Rosa de Río Primero el 16 de marzo de 1840 y falleció en Villa Tránsito (hoy Villa Cura Brochero) el 26 de enero de 1914, a los 73 años. El proceso de canonización se inició en la década del '60. La certeza de la beatificación quedó definitivamente sellada luego de que una junta médica convocada por el Vaticano llegara a la conclusión que la recuperación de un niño tras un accidente de tránsito excedió la explicación científica.
El 3 de febrero de 2004 los consultores históricos en causas de canonización, tras examinar la biografía documentada del cura de Traslasierra, la aprobaron por unanimidad y el papa Juan Pablo II le otorgó el título de “venerable”, previo a la beatificación.
Junto al decreto en que se oficializó la beatificación del Cura Brochero, Benedicto XVI también autorizó a la Congregación para la Causa de los Santos a promulgar el decreto por el que se reconocen las “virtudes heroicas” de Pablo VI, a quien a partir de ahora se le otorga el título de “venerable”.
El pasado 10 de diciembre, los cardenales y obispos de esa congregación aprobaron la "positio", el dossier que recoge toda la documentación sobre del proceso de beatificación de Giovanni Battista Montini, el italiano nacido en el pueblo norteño de Concesio (Brescia) el 26 de septiembre de 1897, que fue elegido Papa el 21 de junio de 1963 a la muerte de Juan XXIII y gobernó la Iglesia hasta el 5 de agosto de 1978.
Tras el reconocimiento de las "virtudes heroicas", falta la aprobación de un milagro para que pueda ser beatificado. Ya han llegado varios testimonios de milagros por intercesión del Papa Montini. Uno es la curación de un feto, ocurrida hace 16 años en California, Estados Unidos. Según los médicos, el feto presentaba daños cerebrales irreversibles y aconsejaron a la madre que abortara, ésta decidió seguir adelante, comenzó a rezar a Pablo VI y el niño nació sano. Otro supuesto milagro es de una monja que padecía un cáncer incurable y sanó de manera inexplicable para la ciencia. Estos hechos son los que se investigarán ahora.

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