El acto de colación de la Escuela N°31 General Manuel Belgrano de Santa María fue mucho más que un simple evento. Como lo cronica el medio local Valle Calchaqui, los alumnos egresados, mostraron que no fueron solo compañeros, sino una gran familia, en la que Sofía Albarracín, una joven hipoacúsica profunda, encontró cobijo, ayuda y amistad. La niña, junto a quienes fueron sus compañeros durante sus tres años de Polimodal, recibió su diploma y medalla, convirtiéndose así en la primera persona hipoacúsica en todo el departamento en concluir los estudios secundarios.
Acompañándola en este importante momento de su vida, además de su madre estaban las integrantes del Centro Poco y Pacha, lugar donde Sofía asistió desde que tenía un año y medio.
Clara Quevedo, fonoaudióloga del Centro, comentó que trabajaron con la niña, que llegó al año y medio sin lenguaje oral. “Trabajamos con educación bimodal, o sea lenguaje de señas y oralizando a la niña, hasta que llegó a los 4 años, para integrarla a un jardín.”
“El Jardín Municipal fue el primero que nos recibió y después pasó a la Escuela N°448, donde logró el 9° año. El desafío era la secundaria, porque ella quería seguir estudiando. La Escuela Belgrano nos abrió las puertas y este es el fruto que estamos viviendo ahora, donde ella se recibe”, acotó emocionada.
Según la especialista, tras contacto telefónico con colegas de la provincia, se supo que Sofía es la primera hipoacúsica que se recibe en el departamento. “Es la primera en todo el interior de la provincia y creemos que es la 4ª en la provincia”, detalló.
Asimismo, Quevedo agradeció a su equipo de trabajo: “Nuestro equipo está integrado por la parte de motricidad, a cargo de la profesora Cecilia Quevedo, la sección de pedagogía especializada, que trabajó mucho para obtener este logro a cargo de Isabel y Eugenia Sánchez, y la parte de fonoaudiología, que la hago yo.”
“Nosotros seguimos trabajando, ahora tenemos un nene implantado que el año próximo va a hacer el 1er grado en la Escuela Nº448, pero es de Colalao del Valle. Los papás lo traen todos los días para esto y ahora lo van a inscribir en la 448”, continuó.
Para concluir, la especialista llamó a la reflexión a quienes tienen niños con diferentes dificultades o limitaciones. “Como dijeron hoy, sí se puede. En el centro nosotras brindamos ayuda tanto para los padres como para el niño. Los niños, aunque no escuchen y no se comuniquen, son muy inteligentes, hay que ayudarlos para que comiencen desde los primeros años a tener aprendizaje. Para que no pierdan el tiempo, para que ellos puedan realizar lo que Sofía ahora está haciendo. Sí se puede. Ahora lo ha demostrado, estoy muy orgullosa de nuestro trabajo y de ella, que ha terminado la secundaria, de la integración con sus compañeros, de ver cómo la quieren, cómo se comunican con ella, que es una más del grupo”, finalizó Quevedo.