La vida en Banda de Varela pareciera que transita sin apuro. La tranquilidad de su gente se percibe en la plaza, en el camino prolongado que va marcando la senda de este pueblo que pertenece a la ciudad, pero que sin embargo permanece distante de ella.
La tarde todavía mantiene el fresco que dejó la incipiente lluvia, la gente prepara el mate, riega la vereda, saca su sillón afuera y allí se sientan como testigos privilegiados de la vida del pueblo.
La tranquilidad se mezcla con el silencio, no se escucha el apuro de los automovilistas, las motos no van “a mil”, pero esta quietud sólo se compara con el abandono que durante estas últimas décadas sufrió su gente.
Banda de Varela forma parte de la Capital; no es un barrio sino una localidad que ofrece una mística particular porque pareciera ser un pequeño pueblo dentro de la ciudad. Sin embargo, la ineficiencia de los gobiernos la dejaron fuera del progreso y el desarrollo.
Está ubicada a sólo 15 minutos de la ciudad, pero la gran mayoría de sus vecinos padece la falta de servicios públicos. No tienen gas, hay personas que aún consumen agua del canal, la mayoría de la gente está “enganchada” de la luz, gran parte de las calles no tienen asfalto, el alumbrado público es deficiente, para tomar el colectivo hay que llenarse de una hora de paciencia, etcétera, etcétera… y la lista continúa.
El diario El Esquiú.com llegó a Banda de Varela en una tarde desolada. Ya de regreso, cerca de los filtros, un grupo de vecinos estaba reunido en ronda con el concejal de los circuitos 8 y 9, Víctor Hugo Rodríguez, del Frente Para la Victoria.
El tema: una reunión informativa para explicar la construcción de la avenida de circunvalación que integrará a Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú con la ciudad Capital.
La obra parte de Banda de Varela, en el lugar conocido como la Quebrada de Moreyra, y muchos vecinos de la Banda Alta deberán ser relocalizados para que el proyecto se concrete.
La reunión del concejal con los vecinos nos permitió dialogar sobre la realidad de este pueblo tranquilo que sueña con integrarse a la Ciudad.

Muchas realidades

Con aproximadamente 2.000 habitantes, Banda de Varela pertenece a La Chacarita y cuenta con instituciones tales como un Centro de Atención Primaria para la Salud, una subcomisaría que depende de la Comisaría Tercera de La Chacarita, la Escuela N° 230 “San José de Calasanz”, una Sede de Participación Vecinal (SEPAVE), la Iglesia San José y la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, el Cementerio San Roque, que tiene su propia capilla, el Club Deportivo Coronel Daza –que curiosamente juega en la Liga Chacarera de Fútbol- y hasta un motel. Otra particularidad de Banda de Varela es que allí vive mucha gente longeva, con más de 85 años.
No obstante, también hay mucha gente joven, desocupada, que sobrevive de “changas” y que subsiste gracias a beneficios sociales como la Asignación Universal. Y, como sucede en los sectores vulnerables de la sociedad, el embarazo adolescente y las adicciones afectan a los adolescentes.
“La Banda es una localidad que incluye varios barrios; las 30 Viviendas, Loma Negra, la Banda Alta, “Los Filtros”… Lo cierto es que la Banda ha crecido muchísimo y las necesidades son todas. “La situación de la gente es preocupante: hay vecinos que toman agua del canal y la basura es lo que abunda. El servicio de energía es tan precario que casi toda la población de los barrios de La Banda está ‘colgada’ de la luz. Revertir esto es el compromiso que nosotros venimos a afrontar debido a estas necesidades tan imperiosas que se mezclan con deficiencias, como el tema del transporte. Hay que mejorar la frecuencia, ya que esta zona depende de una sola línea, el 207, y la verdad que las demoras del colectivo son eternas; una persona puede esperar una hora para llegar al centro”, señala el concejal Víctor Rodríguez.
La Banda está distribuida en dos grandes zonas; una donde habitan los vecinos fundadores y la otra, la Banda Alta, donde fueron levantados los nuevos barrios y otras viviendas que se fueron construyendo en condiciones irregulares. “En la Banda Alta no llega el gas, no hay servicios de teléfono, no hay internet, ni siquiera señal de teléfono. La verdad es que La Banda ha sido muy descuidada”, afirma Rodríguez.
“Nosotros no renegamos de lo que no se hizo, sí lo tomamos como referente. Hubo un gobernador que se llenaba la boca diciendo que éste era un gran bastión del Frente Cívico y muchas veces lo hemos vivenciado en cada campaña, pero la realidad es que cuando uno viene a La Banda, siente una enorme tristeza; porque si a un lugar al que llamo “mi bastión” no lo mejoro, entonces qué hicimos.”

Entre la desintegración y el abandono
 

La Banda está totalmente aislada y su gente sabe que más allá de que sea un pueblo tranquilo, no quiere vivir en la postergación. El jueves por la tarde ocurrió un accidente doméstico con el hijo de un vecino que se cayó y sufrió algunos traumatismos, recurrieron al Centro de Salud, pero el estado del niño merecía una atención de mayor complejidad. Había que trasladarlo, pero resulta que la ambulancia, la única unidad con la que cuentan los vecinos de La Banda en caso de emergencia, no estaba disponible porque se la cedieron a Valle Viejo, porque ésta localidad vecina se había quedado sin el servicio de emergencia. Se desvistió un santo para vestir a otro.
 

Estas cosas también pasan en La Banda.
 

Sin embargo, cuando tenían la ambulancia, las enfermeras del CAPS admiten que muchas veces la gente tenía que llegar a pie o en una moto, porque el vehículo no puede ingresar a las viviendas que se construyen en la montaña, donde no hay accesos ya que los separa el canal.
El tema de cómo funcionan otras instituciones también es un reflejo de la realidad de Banda de Varela.
“El subcomisario Morales nos decía que la dependencia policial no cuenta con una máquina de escribir, ni qué hablar de una computadora. Hay un solo policía y cuando hay un problema, deben cerrar la comisaría. La Banda ha sido olvidada. La gente de aquí apostó a un cambio y nos podemos defraudar de esto”, reconoció el concejal.
 

Algunas referencias para contar

La Escuela
Los chicos de Banda de Varela asisten a la Escuela N° 230 “San José de Calasanz”, única con modalidad de jornada completa en la Capital. Allí la matrícula es de casi 300 alumnos, distribuidos en los Nivel Inicial, Primario y Secundario.
La escuela, que en 2009 cumplió 100 años, ofrece varias propuestas para sus alumnos. Tiene un inmenso patio de tierra, un horno y una huerta. Los viernes se llevan a cabo talleres optativos para que los chicos aprendan a realizar trabajos en madera, a cocinar y a reciclar.

Paisaje urbano

La Plaza “Vicente Saadi” es el principal punto de referencia de la Banda de Varela. Sobre el camino que conecta a los vecinos, también se encuentra el Cementerio San Roque, el Club Deportivo Coronel Daza, la Escuela, el Centro de Asistencia, la Comisaría, y a la vera del camino, las casas se fueron construyendo a lo alto, entre zanjones y transgrediendo el canal de agua. Las tipas y los sauces acompañan a sus pobladores en toda la extensión del pueblo.

El Pitufo Enrique

Hace poco más de 10 años, la tranquila localidad de Banda de Varela fue conocida en todo el país por el “Pitufo Enrique”. Algunas personas habían asegurado que un “duende” golpeaba gente. Esta noticia se difundió y quedó en el imaginario del pueblo, incluso hasta le dedicaron una canción a este personaje.
“No lo vimos nunca. Nos enteramos por la tele o los comentarios. Jamás vimos cosas raras. Si es cierto o no, no sabemos. Somos nacidos acá y jamás vimos cosas raras”, aseguraron.

Demoras eternas
 

Una de las principales quejas de los vecinos es el transporte urbano, la línea 207 tiene pocas frecuencias. “Supuestamente cada 15 o 30 minutos tiene que pasar el colectivo, pero eso rara vez ocurre. Y eso sucede porque de nosotros nadie se acuerda”, asegura una enfermera del centro de salud.