La despedida del año pasado y la bienvenida de 2013 fueron pasadas por agua en gran parte de los hogares de Catamarca. Por la tarde del 31 llegó un fuerte viento, luego alrededor de las 2 de la madrugada comenzó a llover lentamente, que se transformó luego en una intensa lluvia, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Pese a la precipitación, para algunos fue una bendición, tras los 44° registrados ese día, y de acuerdo al SMN, había nuevas probabilidades de lluvias, aunque no se registraron, al menos hasta anoche, en la capital y sí dispersas en el interior. La máxima se ubicó alrededor de los 30°.
Se espera que hoy ya no haya lluvias en la provincia y que las temperaturas no sean tan elevadas como en la última semana del año pasado, sino que oscilen entre una mínima de 22° y un techo de 33°. Mientras que mañana y el viernes tampoco habría precipitaciones y las marcas seguirían en leve ascenso.
El alivio se intensificó cuando se notó un brusco descenso de temperatura en medio de la noche del 1 de ayer. Para culminar los festejos los catamarqueños no sólo tuvieron que resguardarse sino buscar un abrigo para los más pequeños.

Cuencas
Ante la situación hídrica de la provincia, las precipitaciones registradas fueron muy esperadas, sobre todo porque en las altas cuencas el agua caída fue con mayor intensidad, lo que permitió ingresar mayor caudal a los diques de la provincia.
Además el inicio de la época de lluvia tranquiliza a los productores del interior, quienes por falta de agua ya tenían problemas, sobre todos quienes crían animales en el campo y por la sequía carecían de agua y alimento, provocando la mortandad de los mismos.