En horas de la siesta de ayer, cayó una copiosa lluvia en la ciudad, aunque duró unos pocos minutos.
La llovizna logró aliviar las altas temperaturas que se registraron en la ciudad, las cuales alcanzaron los 38 grados pasado el mediodía, agravado por la humedad en el ambiente.
Si bien el aguacero cayó por pocos minutos, por las calles de la ciudad corrió una importante cantidad de agua que provenía de la zona alta de la Capital.
La lluvia llegó acompañada de un fuerte viento, que al igual que la lluvia duró unos pocos minutos, sin causar ningún daño.
La tarde continuó calurosa pero más agradable que en horas de la mañana.