Pasado el mediodía de ayer, se vivió un momento de tensión cuando cuatro mujeres pertenecientes al Plan de Inclusión Social ingresaron a la oficina del intendente de la Capital, Raúl Jalil, y una de ellas amenazó con autoflagelarse con un pedazo de vidrio si el jefe comunal no le aseguraba el paso a la planta permanente de la municipalidad.
Las cuatro jóvenes, que requerían una estabilidad laboral, habían sido recibidas por el intendente a media mañana, quien les habría comunicado que se analiza un incremento en los haberes que perciben; ante la contestación del jefe comunal, las mujeres se dirigieron a la Casa de Gobierno, donde no obtuvieron respuesta a su solicitud, ante lo cual decidieron regresar al Palacio Municipal y pidieron ser recibidas nuevamente por Jalil.
Mientras las mujeres esperaban ser atendidas por el intendente por segunda vez, y ante el pedido de espera de la secretaria, decidieron ingresar fugazmente a la oficina de Jalil, quien se encontraba junto al concejal Hernán Martel, y de manera brusca exigieron que se dé efectivo cumplimiento a su pedido laboral.
Al advertir la situación, la asistente del primer mandatario municipal llamó a la policía y dio aviso a la seguridad privada del lugar. Pasados unos minutos, los efectivos de seguridad se presentaron en el lugar y luego de forcejear con las mujeres lograron reducirlas y sacarlas del despacho para trasladarlas hasta el móvil policial y llevarlas en calidad de demoradas hasta la comisaria.
Ante la gravedad del hecho, se hicieron presentes en el lugar el jefe de la Policía Juan José Palomeque, el subsecretario de Asuntos municipales, Daniel Lavatelli, y autoridades de seguridad de la comuna, quienes mantuvieron una reunión para analizar la situación acontecida.