Familia indigente pide ayuda para subsistir
Una familia del barrio San Isidro de la Localidad de Los Altos, que vive en condiciones muy precarias, hizo un pedido de ayuda a la comunidad.
Según se dio a conocer, la familia está a la espera de algún auxilio Municipal y por ahora sobrevive gracias a la solidaridad de los vecinos.
"Sólo queremos vivir como la gente, tener la posibilidad de estar bien", expresó María Herrera, jefa de familia, quien vive junto a sus dos hijos, los que tienen sus facultades mentales disminuidas. Los tres habitan en una vivienda improvisada, realizada con cañas y naylon, sin baños y sin los servicios de agua y energía eléctrica. La situación es crítica, ya que tienen muchas dificultades para conseguir el pan de cada día.
María comentó que "a este terreno lo conseguí porque una vecina me lo donó, algunos de ellos nos ayudan para comer, más un bolsón que recibimos todos los meses desde la delegación de desarrollo social".
El único ingreso que posee la familia es una pensión no contributiva que percibe doña María, insuficiente para afrontar los muchos gastos en medicamentos que necesita por sus problemas de salud.
Sus hijos realizan changas temporarias, y obtienen ingresos que no les alcanza para vestirse y comer.
María contó que lleva tiempo gestionando ayuda del Municipio de Los Altos, para poder construir una pieza y baño, para que le tramiten la pensión a los chicos por sus problemas, sin que hasta ahora haya logrado una respuesta favorable.
Asimismo, destacó que a mediados de 2012 desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia "nos dejaron cucheta, cama, colchones, ropa y alimento", pero lamentó que las camas se estén pudriendo al igual que los colchones, porque cada vez que llueve se moja todo debido a la extrema precariedad de la vivienda.
El testimonio muestra una cruda realidad que le toca atravesar a esta humilde familia, que vive en estas condiciones desde hace 10 años, cuando dejaron de trabajar en una finca como cuidadores, última vez que habitaron una casa. Ahora, depender de la solidaridad para poder construir un techo digno.