Tinogasta

Más de 2 mil fieles veneraron a la Virgen de Luján

domingo, 24 de febrero de 2013 00:00
domingo, 24 de febrero de 2013 00:00

El pasado miércoles 20 de febrero, en la localidad de Villa Luján, departamento Tinogasta, se conmemoraron las festividades de Nuestra Señora de Luján.
Con la recepción de las autoridades invitadas para la ocasión, los actos programados comenzaron con la bendición que el cura párroco Esteban Chayle realizó en los trabajos que se llevaron a cabo dentro y fuera de la Iglesia. Éstos estuvieron a cargo de gran parte del grupo de apoyo del templo, y grupos de vecinos que se sumaron colaborando con mano de obra, ya que se procedió a pintar toda la iglesia, limpieza del predio, donaciones de materiales y elementos de ornamentación.
Luego dio inicio el oficio religioso, para terminar con la tradicional procesión con la imagen de la Virgen de Luján, que hizo su recorrido por alrededor de la manzana del predio, para culminar en el atrio de la iglesia y minutos después ser introducida hacia el altar ubicado dentro del templo, donde los devotos ofrecieron sus plegarias. Cerca de unos 2.000 fieles llegaron a la Villa para participar como lo hacen cada año, desde diferentes puntos del país, especialmente del Sur, donde los hijos de esa tierra regresan con las promesas y agradecimientos renovados en la inmensa fe a la Virgen.
Uno de los encargados de la organización de la fiesta patronal, Jorge Casas, dijo al medio local Voces Escitas que “hace varios años que la gente viene a visitarnos por la devoción a la Virgen, muy contentos por lo lindo que estuvo, como siempre preocupado días antes, pero hoy por suerte se concreto, la Iglesia mostró cambios en la iluminación, nueva pintura, pero sólo me queda la impotencia de no haberlos podido atender de la mejor manera. Muchos vienen y a veces por diferentes motivos no los atendemos como se merecen, falta de baños, las crecidas del río por las últimas lluvias, nos dejaron sin el agua potable, etc.; pero ojalá se hayan sentido bien y la Virgen los haya bendecido”.
En el pueblo, los vecinos organizados en diferentes puestos, al finalizar la actividad central netamente religiosa, ofrecieron para la venta los tradicionales cabritos, las comidas regionales, acompañando el momento del almuerzo con artístas y grupos musicales locales.
Esta tradición lleva más de 50 años desde que su mentora, Elvira Mamaní (fallecida y que fuera apoyada por su esposo Bernardino “Coco” Reynoso), había decidido construir la iglesia para venerar a la Virgen de Luján, en agradecimiento a tantas bendiciones recibidas, y que hoy con el paso del tiempo, los pocos habitantes que aún quedan en el lugar, tratan con mucho esfuerzo mantener viva la fiesta con el mismo espíritu.
Estas fiestas hicieron analizar a los vecinos lo que viene ocurriendo desde hace algunos años en las comunidades tan pequeñas como Villa Luján, que se sienten absorbidas por las grandes concentraciones urbanas, quedando aislados de muchas cosas. Casas admitió entre otros conceptos que “es impresionante cómo la Virgen atrae cada año a más fieles, por eso necesitamos el apoyo de nuestros gobernantes. A veces no entiendo cómo las autoridades no cooperan más allá de lo que uno les pide, porque Villa Luján está virgen, su favorable paisaje natural está desaprovechado, no lo digo solo por nuestro pueblo, sino por todos aquellos que les pasa lo mismo que a nosotros”.

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