Los doce días ininterrumpidos de intensas lluvias trajeron aparejados numerosos inconvenientes en el distrito de Fiambalá, lo más complicado es la situación en la que quedaron los techos de las casas de los vecinos que no soportaron tanta agua y quedaron bastante dañados.

Carlos Rasgido sostuvo “Las directivas son en que trabajemos solos en la entrega de materiales y no demos participación al municipio de Fiambalá, por ahora” dijo. Se da el caso que de una misma casa piden nylon en dos oportunidades,aprovechando la falta de un trabajo unido, y en muchos casos los vecinos obtienen el material, pero les falta la arcilla y mano de obra, en definitiva aun no arreglaron los techos y las lluvias aun no se fueron de la zona. También la falta de agua potable es una preocupación, todas las localidades norteñas (9) potabilizan el agua a partir de un sistema de captación de los ríos que luego purifican en diferentes piletas de tratamiento para luego distribuir por las cañerías, la crecida de los ríos se llevó las tomas o en otros casos el agua está muy turbia lo que complica potabilizarla.

Las localidades de Las Papas y Rio Grande, están aisladas desde el sábado 12 de enero, por las fuertes lluvias y crecidas, ingresar a las Papas es complicado ya que los últimos 30km se lo debe hacer por medio de un río el que obstaculiza el tránsito por la crecida.

Por su parte el camino a Rio Grande sufrió cortes, derrumbes y en algunos tramos se borró el camino, “las lluvias fueron muy fuertes y el camino está destrozado, los daños son mayor a los del año 2011, son muchos los derrumbes, cortes y en algunos tramos el camino se borró, el agua se vino por la ruta y dejó un zanjón, estamos usando el viejo camino de animales, lamentablemente volvemos a la vieja práctica de usar la mulas y burros para el traslado de mercadería y personas” sostuvo el delegado de Rio Grande Héctor Sandón.