Los ocupantes reclaman ante la aparición de alacranes y arañas venenosas

Proliferación de alimañas en las viviendas usurpadas en el norte

Las familias que aún se encuentran en el barrio están preocupadas por su salud.
martes, 26 de febrero de 2013 00:00
martes, 26 de febrero de 2013 00:00

Las familias que usurpan viviendas en un barrio del norte capitalino, sobre avenida Choya frente el barrio Los Periodistas, revelaron su preocupación por la proliferación de alacranes y arañas en el interior de las casas.
Los ocupantes de las viviendas recogieron parte de los alacranes que encuentran diariamente y manifestaron su intranquilidad ante la situación, a la vez que solicitaron a las autoridades sanitarias la asistencia en el lugar. La falta de electricidad en el barrio hace que la situación sea más complicada, ya que por la noche es imposible detectar la presencia de los arácnidos; la clandestina conexión que realizaron las familias para proveer el servicio a cada una de las viviendas fue clausurada por la empresa responsable de la ejecución de la obra del barrio.
En relación con la situación que atraviesan, Julio, ocupante de una de las casas, expresó en diálogo con El Esquiú.com que “esto se está tornando complicado, estamos preocupados por los chicos y lo que puede llegar a pasar si alguno es picado por una araña o un alacrán. Vivimos en alerta permanente por este tema. Como no tenemos aberturas ni nada que nos permita cerrar la casa para evitar que entren, no tenemos control con los bichos”.
En el mismo sentido, el hombre sostuvo: “Sabemos que estamos usurpando las casas, pero tampoco es para que nadie nos ayude en esta situación, sea lo que sea estamos en peligro con la existencia de estos bichos, nuestros hijos y nosotros mismos estamos en peligro”.
Las familias mostraron varios alacranes de importantes dimensiones y arañas de distintas clases, además de comentar sobre la presencia de mosquitos que son atraídos por el agua que poseen en tachos y baldes de donde extraen para realizar las actividades cotidianas, ya que no cuentan con una conexión domiciliaria debido a que no son los propietarios de las casas.
La propagación de insectos y arácnidos se ve fortalecida por otro factor, que es la presencia de maleza en las cercanías de las viviendas.

Situación de las familias

Las quince familias que ocupan las construcciones sin finalizar en el sector norte de la ciudad se encuentran allí desde hace cincuenta y seis días. La empresa que tiene a su cargo la obra hace unas semanas cercó el predio y solicitó a las familias que se retiraran del lugar y abandonaran las viviendas. La mayoría desocupó las casas, en virtud de un acuerdo con el Gobierno provincial, que se hizo cargo del alquiler de espacios donde estos grupos familiares pudieran residir.
Según se pudo saber, la empresa retomaría los trabajos en el barrio en dos semanas, cuando culminen obras que ejecutan en otro departamento. Esto causa preocupación en las familias que residen en el barrio ya que desconocen lo que pueda suceder con ellos en ese momento. Al respecto, uno de los usurpadores mencionó: “La verdad es que no sabemos qué va a ser de todos nosotros cuando vengan a trabajar, es injusto porque a algunos les dieron una solución y a nosotros que estamos en las mismas condiciones no nos propusieron nada, fue un arreglo sólo para algunos”.
Durante el tiempo que llevan allí, quienes permanecen en la zona han dividido los espacios y separado con zarandas o chapas cada uno de los terrenos; asimismo, hasta el momento ya poseen vastas pertenencias personales y de uso cotidiano, como ser cocinas y mobiliario, lo que refleja que con el tiempo han ido acondicionando los espacios a pesar de la incertidumbre de no saber qué sucederá a futuro.

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