Aseguran que no se irán del lugar hasta obtener una respuesta

Las quince familias usurpadoras del norte se resisten a dejar las viviendas

La personas que permanecen en el lugar consideran como una “traición” la decisión de la mayoría de abandonar las casas.
viernes, 8 de febrero de 2013 00:00
viernes, 8 de febrero de 2013 00:00

Las quince familias que continúan usurpando las viviendas del barrio norte aseguran que continuarán llevando a cabo la toma hasta obtener una solución habitacional. Aunque se reunieron con funcionarios del Gobierno provincial a los fines de arribar a un acuerdo,esto no fue posible por la postura que mantiene la gestión con respecto a las usurpaciones.
Los grupos familiares que aún residen en las viviendas sin finalizar mantienen la postura de resistir, luego del abandono de la mayoría de las demás familias. En diálogo con El Esquiú.com, una de las mujeres manifestó que están “muy angustiadas con esta situación, no sabemos qué es lo que pasó que se fueron y rompieron la unidad de lucha que manteníamos. Lo que sentimos es que nos traicionaron porque estábamos juntos en esto, por nuestros hijos y por el bienestar de cada una de las familias”.
Las familias que abandonaron la toma de las casas, según trascendió, acordaron que algunas serían inscriptas en el listado del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) y otras -que poseen terrenos- serán incluidas en el plan de autoconstrucción de viviendas. La mayoría de los usurpadores dejó en la madrugada del jueves las viviendas que estaban en plena construcción por decisión propia.
Al respecto, las mujeres que se niegan a dejar el barrio señalaron que “no sabemos a qué arreglos llegaron, ojalá que les den una solución, pero fue todo muy raro, se hizo de noche, como si quisieran ocultar algo. No entendemos por qué no se hizo a plena luz del día, si todo fue con normalidad y de manera pacífica. A nosotros nadie nos vino a proponer nada, quedamos afuera del supuesto arreglo, esa es la razón por la que aún seguimos acá”.
Desde el retiro de la mayoría de las familias, los que aún permanecen en el lugar se encuentran sin luz, debido a que se realizó la interrupción de la instalación clandestina que habían efectuado. Las mujeres solicitaron que se reactive el servicio por “la gran cantidad de bichos que hay de noche y eso pone en peligro a nuestros hijos; por ahora agua tenemos”.
La mayoría de las familias que quedaron en el barrio, que está siendo cercado por la empresa constructora a cargo de la obra, no posee terreno, algo que es considerado por ellos mismos como “un impedimento más que empeora nuestra situación”.
En cuanto a la resistencia a dejar las viviendas, una de las mujeres relató su realidad fundamentando que “la mayoría no tiene terrenos, por eso es que estamos acá, si yo tuviera a dónde irme lo hubiera hecho, es injusto que a algunos les den una solución y a otros no. Vivir acá, con el temor de no saber qué va a pasar no se lo deseo a nadie; estamos con angustia, sin dormir, sin tranquilidad, sin saber qué puede pasar mañana con nosotros. Siento una impotencia que no me deja ver una salida, si es que realmente la hay”.

"Traición"

Las familias que continúan en las viviendas del barrio norte señalaron que sienten “como una traición” el arreglo que hicieron los que se fueron. “Estábamos juntos en esta lucha, porque realmente necesitamos a dónde ir a vivir con nuestra familia. Lo que hicieron nos da una impotencia que no podemos contener”, declararon.
Al mismo tiempo, dijeron que “es claro que los llevaron engañados, porque son puras promesas las que les hicieron del Gobierno”.

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