Desde la Dirección de Mujer, Infancia y Familia destacaron que la violencia de género y la violencia contra el niño no respetan clases sociales y las denuncias en estos casos aumentaron. Por esto, ofrecen prevención, seguimiento y los recursos para que las personas se animen a realizar las denuncias, ya que no hacerlo los convierte en cómplices y atenta contra la integridad del infante.
Cristina Rosales, directora de Mujer, Infancia y Familia, detalló la forma de asistencia al niño en caso de abusos, ante lo cual se hace un informe social y se brinda la asistencia a la familia vulnerable. “La violencia de género del hombre y mujer es transversal, no respeta clases sociales, ni un nivel cultural y estas situaciones muchas veces llevan a casos de suicidios y adicción en niños”, sostuvo. Luego, comentó: “Para llegar a buenos resultados se debe hacer el seguimiento y el tratamiento de los casos, escuchar sobre el comportamiento del niño en las escuelas, mientras desde la dirección brindan el asesoramiento legal, la asistencia psicológica que sea necesaria”.
Así también, enfatizó que “si hay una situación de violencia no hay que callar, cualquier persona que sepa y no lo denuncie, inmediatamente se convierte en cómplice, ya que por ley es una obligación. Desarrollo Social toma las medidas preventivas y el fiscal de turno hace el seguimiento”.
Asimismo, Rosales dijo que lo más importante es el trabajo de prevención que se efectúa a través de charlas y cursos en contra de la violencia. “Si se comprueba que cualquier persona es víctima de violencia, se pide la exclusión del hogar del agresor y no se puede acercar por protección y prevención”.
Silvia Barroso, directora de Infancia, Niñez y Adolescencia, afirmó que el protocolo ante la presencia de un caso de violencia es realizar entrevistas con las personas que conviven y mientras se desarrolla el seguimiento, se pide la exclusión del hogar del hostigador, por maltrato. De no ser posible, al infante se lo ubica en la casa de algún familiar mientras sigue el caso penal o hasta que se compruebe.
“No sabemos si los casos aumentan o disminuyen, pero la gente sí se está animando a denunciar más sobre los maltratos, incluso los mismos niños. Hay una ley que obliga a denunciar a todos los que se enteren del caso, normalmente las denuncias se hacen desde las escuelas y muy pocas por sospechas, donde se llega al domicilio y luego se hace su correspondiente denuncia. Aunque se lo vea en los sectores más pobres, la violencia se da en todas las clases sociales y es el mismo círculo de amistades y parientes quienes lo encubren”, detalló Barroso.
Finalmente, destacó la importancia de la confianza y apertura al diálogo de las personas que comparten con el niño, porque en muchos casos quienes que son excluidos del hogar continúan molestando u hostigando a los niños en otros ámbitos.