Monseñor Luis Urbanc

El obispo llamó a “ocuparnos de nuestros jóvenes”

La Diócesis de Catamarca definió que éste es el Año de la Juventud.
sábado, 30 de marzo de 2013 00:00
sábado, 30 de marzo de 2013 00:00

El pasado jueves por la noche, en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, se llevó a cabo la misa de institución de la Eucaristía, que dio inicio al denominado Triduo Pascual. En el transcurso de la celebración se concretó el lavatorio de los pies, que en esta ocasión, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, realizó con doce jóvenes, teniendo en cuenta que éste es el año dedicado a la juventud en la Diócesis de Catamarca, opción pastoral definida en el marco de la Misión Diocesana Permanente.
Durante su homilía, Mons. Urbanc explicó que “esta noche se instituye la Eucaristía y hay un signo de Jesús que lo caracterizó: el servicio. Jesús dejó como testamento antes de morir en la cruz este mandato, después de haber comido el cordero pascual, se levantó, tomó la toalla y se puso a lavar los pies a cada uno de sus apóstoles. Quedaron atónitos, sobre todo Pedro, quien se negaba, ‘cómo puede ser posible que nuestro Maestro, nuestro Señor, se incline a lavar los pies a estas criaturas. Todos nosotros deberíamos lavarle los pies a él’. Entonces, Jesús le dijo: ‘Pedro, si yo no te lavo los pies no serás parte de mi suerte’. Y Pedro se asustó y le pidió que le lavara todo el cuerpo”. Luego manifestó que “es un gesto sencillo… y Jesús pide que ‘como yo les he lavado los pies, ustedes van a hacer lo mismo los unos con los otros’. Lavar los pies significa ponerme al servicio del prójimo. Los padres al servicio de los hijos, los vecinos entre sí, en el trabajo al servicio del otro. Ésa es la originalidad de los cristianos”.

A los jóvenes

En otro tramo de su predicación dijo que en este Año Diocesano de la Juventud, “que este gesto de lavarles los pies a estos jóvenes, los ayude a ellos a hacer lo mismo con sus congéneres, que estén dispuestos a lavarles los pies. Hay que lavar la cabeza, lavar el corazón. Hay muchas cosas que esclavizan a nuestros jóvenes, les quitan la visión verdadera de la vida, posiblemente llenos de egoísmo, de mezquindad, de apatía, de indiferencia”. Luego les dijo: “Ustedes doce, como los apóstoles, tendrán que ir y llevar este mensaje a sus coetáneos y hacerles ver que vale la pena tener esta actitud de Jesús de comprometernos con el otro”.
“Entre todos, hoy vamos a rezar por nuestros jóvenes, miles de jóvenes que hoy peregrinan en nuestra Catamarca, y nosotros nos tenemos que ocupar de ellos”.

Adoración del Santísimo

Finalizada la Santa Misa, el Obispo Diocesano, acompañado por los sacerdotes concelebrantes, llevó en procesión el Santísimo Cuerpo y los fieles lo adoraron hasta la medianoche.

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