En relación a los aumentos en los porcentajes de tasas municipales, la Municipalidad de SFVC aclara que el aumento por zonas oscila entre el 15 y el 23 por ciento. El aumento mayor se dio en la zona I, considerada como de mayor capacidad contributiva, y no del 700 por ciento como se publicara.

Las modificaciones tienen que ver con ajustes que se realizan cada año de acuerdo a las valuaciones monetarias. En este caso se tuvo en cuenta aumentar los valores de cada unidad tributaria por zona y por metros de frente.

La comuna realizó además una rezonificación, teniendo en cuenta que existen barrios que ahora poseen servicios que antes no tenían, y evaluando la capacidad contributiva de los propietarios. Un ejemplo claro es el del barrio Lomas del Tala, que antes pertenecía a zona IV y ahora a la zona II. Sus vecinos pagaban lo mismo que un vecino de las 1000 Viviendas, cuando es en realidad un sector residencial.

La confusión por las publicaciones de los últimos días surge porque un vecino que pasó de la zona IV a la zona I, debió absorber no solo el aumento de la tasa sino adaptarse a pagar según lo establecido para su nueva zona. Así, un frentista de las cuadras ubicadas en avenida Ojo de Agua entre Ocampo y avenida del Pino sufrió un aumento del 400 por ciento, porque su zona era antes considerada IV y ahora I. Si en cambio pasó de la zona III a la I, el aumento porcentual fue del 232 por ciento.

“La intención del municipio es que los que más tienen paguen más que los que menos tienen, y en virtud de eso se hicieron los cambios”, explicó el director de Rentas de SFVC, Mariano Toledo.

“Quizás pueda haber surgido otra confusión porque el año pasado la comuna daba un descuento del 30 por ciento según la forma de pago y este año fue del 25 por ciento, pero esa es una medida para alentar el pago que puede o no existir”, dijo.

 

Datos falsos
 

Toledo comentó, además, que junto a Catastro municipal se realizó un relevamiento de frentes de propiedades y se conoció que muchas matrículas tenían mal declarados los metros de viviendas, por lo cual sus propietarios abonaban una cantidad menor a la debida.

“Hay casos en los que se tributaba por 10 metros cuando en realidad correspondía por 37”, aseguró.

 

Baldíos
 

En el caso de los baldíos la intención de la comuna es alentar el movimiento inmobiliario, y no que un mismo propietario tenga varios espacios baldíos que son difíciles de mantener y representan un peligro para los vecinos cercanos. Toledo aclaró que este año no existió ningún aumento en este sentido: “El aumento se dio en 2012, y opera a partir del segundo baldío por propietario”.

En el caso de la zona I el recargo es del 800 por ciento, el de la zona II del 600 por ciento y el de la zona III del 400 por ciento.